Quetzaltenango es un lugar muy antiguo que enriquece y contribuye a la historia de Guatemala. La población tiene miles de años de existencia. Antes de 1470, el territorio estuvo habitado por el pueblo mam, que llamó a la región Kulajá, que significa “garganta de agua”. Posteriormente, con la invasión de los quichés, aproximadamente en el año 1475, el nombre del territorio cambió a Xelajuj No’j, que significa “bajo la protección de las diez colinas”.

A inicios de 1524, las fuerzas militares españolas, comandadas por Pedro de Alvarado, avanzaron desde el sur de México, apoyadas por más de mil tlaxcaltecas y quauhquecholtecas que se unieron a los conquistadores pensando que serían recompensados. Fueron guiados con el Lienzo Quauhquechollan, un documento creado por los quauhquecholtecas, el cual se considera el primer mapa documentado de Guatemala. En el lienzo se pueden apreciar diferentes glifos con el nombre de cada poblado existente en aquella época. En él aparece el nombre de Quezaltenango, que en náhuatl, idioma de los quauhquecholtecas, significa “lugar donde abundan los quetzales”. Fueron los militares españoles quienes preguntaron a los quauhquecholtecas por el nombre del poblado que estaban conquistando y ellos respondieron en náhuatl, su idioma: “Quezaltenango”. Al concluir las batallas por la conquista de Xelajú, el 15 de mayo de 1524, en vísperas de Pentecostés, los españoles dispusieron nombrar al territorio “Quezaltenango de la Real Corona”. De esta manera el valle obtuvo sus dos nombres conocidos hasta la actualidad, Xelajú, en idioma k’iche’, y Quezaltenango en náhuatl, idioma de los nativos de México.

El ejército español estableció un destacamento militar en las afueras de Xelajú, precisamente en Sacbajá, actualmente Salcajá, para mantenerse a salvo de posibles levantamientos en Xelajú. Otros poblados fueron creados posteriormente, como en el caso de Sibilia, cuyo nombre es una variación de Sevilla y Sija, una variación de Écija, un municipio de España. Años después se iniciaron las construcciones de las primeras iglesias como La Ermita y la Catedral del Espíritu Santo. Fue así como los españoles se establecieron en el territorio y lo mantuvieron bajo control por casi 300 años hasta la independencia. Los habitantes fueron sometidos a nuevas creencias y forzados a trabajar las tierras para pagar impuestos al reino de España.

Con el tiempo, Quetzaltenango fue cobrando importancia, pasó de ser un lugar con un comercio de baja intensidad a posicionarse regionalmente. Su cercanía con la frontera mexicana y la bocacosta siempre han sido estratégicos para su desarrollo. Además, el clima frío y la tierra fértil fueron cualidades territoriales que atrajeron a muchas personas desde diferentes puntos de Guatemala y Europa hacia Quetzaltenango, principalmente para el cultivo de café, trigo y maíz, donde también encontraron una ciudad en crecimiento constante con diferentes servicios, suficientes para llevar una vida normal.

Quetzaltenango está por cumplir 500 años el 15 de mayo de 2024. Desde la academia se estudia y profundiza este proceso. Aunque existen diferentes perspectivas, conmemorar este acontecimiento es una oportunidad para reflexionar juntos sobre quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. El proceso reflexivo nos abre la puerta para reconocer nuestros retos compartidos a nivel urbano y humano en la actualidad, para cocrear juntos la ciudad en la que queremos vivir y la que soñamos heredar. Es un acontecimiento único que merece ser reconocido a nivel nacional. Es un privilegio tener la oportunidad de vivir en esta época llena de nuevas posibilidades.