FUERA DE LA CAJA
¿A cuántas personas has hecho exitosas?
Cuando inicio mis talleres sobre networking, siempre hago esta pregunta a los asistentes: ¿A cuántas personas han hecho exitosas? Casi siempre hay silencio en la sala, porque es algo sobre lo cual no nos cuestionamos.
' Usted se preguntará, ¿qué puedo hacer yo? Pues, no requiere de mucha creatividad ni inversión.
Julio Lemus
En la fe cristiana, Jesús dijo, en Lucas 22,27: “Como verdaderos discípulos de Jesús, nosotros también debemos servir a los demás”. El Dalai Lama expresó: “El propósito de la vida es servir a los demás”. Albert Einstein compartió: “Solo una vida vivida al servicio de los demás merece ser vida”. Óscar Wilde escribió: “El más pequeño acto de amabilidad vale más que la más grande intención”. Como puede apreciar, las religiones, los filósofos, los escritores y los científicos califican al servicio y la ayuda al prójimo como una de las mayores contribuciones a la humanidad. El problema es que estamos tan preocupados con nuestra propia faena, crecimiento y desarrollo tanto personal, como profesional y económico, que nos olvidamos de que existen los demás. Si usted hace un análisis sobre dónde se ubica hoy y retrocede la mirada para visualizar a todas las personas que le ayudaron a lograr este lugar en el presente, es muy posible que encuentre a aquel maestro que le animó a desarrollarse en la música, el deporte o las ciencias. Tal vez hubo gente que identificó en usted esa chispa que a veces nos cuesta reconocerla por nosotros mismos, como aquel árbitro que vio jugar a un joven argentino llamado Julián Álvarez en un pueblo del área rural y luego hizo una llamada a un entrenador de Buenos Aires con la cual logró que descubrieran a quien fuera el jugador revelación del pasado mundial Qatar 2022. También recuerdo cómo una familia apoyó económicamente al hijo de la señora que les ayudaba con los servicios domésticos. A través de amistades, consiguieron una beca para que el joven estudiara en una universidad privada, le dieron trabajo en la empresa familiar para que ganara experiencia y ahora este muchacho, ya transformado en un hombre adulto, tiene un hogar, un trabajo bien renumerado y logró que su mamá dejara de trabajar. Considerando esto, yo lo invito a que una de sus metas en este año sea ayudar a los demás, porque todos tenemos amigos con problemas, dificultades o, simplemente, sabemos que quieren mejorar su situación actual. Usted se preguntará, ¿qué puedo hacer yo? Pues, no requiere de mucha creatividad ni inversión. Puede utilizar lo que tenga a su disposición; por ejemplo, su valiosa red de networking. Recuerde que la pobreza no es la falta de dinero, es la ausencia de acceso a la gente. Usted, a través de su red, puede compartir el CV de un amigo sin trabajo o que quiere seguir escalando, dar la oportunidad a un joven para aplicar a una beca o, con una llamada, puede conectar a ese joven emprendedor con una cuenta importante. Invite a un amigo al club de su preferencia, puede ser deportivo, de negocios u otro, para que pueda conocer gente nueva, promueva el negocio de un conocido en redes sociales, agregue comentarios positivos en el feed de un amigo en LinkedIn o recomiende el trabajo de una persona. Realice acciones concretas, como enviar a sus empleados a cursos de computación, cocina, manejo u otra área en que puedan desarrollarse. En muchos casos, un programa de alfabetización, un libro, una computadora o una tablet usada o nueva, un consejo, palabras de aliento, ofrecerse de coach o mentor de forma gratuita, compartir su expertise a través de cursos presenciales o en línea, pueden ser unas de las miles de formas que pueden hacer exitoso a alguien. Piense que una llamada de 5 minutos, un simple correo o un wasap podría transformar una vida. Si todos lo hacemos, lograríamos impulsar nuestro país de una forma diferente.