CATALEJO

Aborto como elemento para decidir el sufragio

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Las elecciones estadounidenses del martes, cuyos resultados completos serán conocidos en unos días, trajeron una nueva situación sin precedentes: en algunos estados, la razón de los votantes para sufragar en favor de los demócratas fue la posición favorable de muchos de ellos y de sus candidatos y figuras en el aborto. Es un tema controversial como pocos por estar directamente relacionado con la vida humana, a veces de la madre y también del ser humano en gestación. Ha pasado de ser un tema muy complicado y difícil por su relación con una decisión moral de la mujer, derivada de un criterio ético, a convertirse en político y muchas veces también politiquero.

' Tanto demócratas como republicanos lanzaron ataques con falsedades respecto a la posición de sus adversarios.

Mario Antonio Sandoval

Las palabras relacionadas deben ser debidamente explicadas en su significado lingüístico, para alejar consideraciones moraléticas, tan delicadas e individuales. El aborto es la interrupción del embarazo por causas naturales o deliberadas. Puede constituir eventualmente un delito. Embrión es el producto de la concepción hasta el fin del tercer mes de embarazo, es decir el estado físico de la mujer preñada. Quienes se definen en pro de la preferencia (pro choice, en inglés) prefieren el aborto a la vida humana, y quienes hablan del “derecho al aborto” conscientemente o no lo califican de justo y legítimo. (Diccionario de la Lengua Española). Es un asunto complicadísimo, con elementos éticos, morales, legales y religiosos y con posiciones extremas o mesuradas, pero igual conflictivas.

Esta vez, el aborto fue asunto principal. Los demócratas gastaron 500 millones de dólares en la campaña para convencer a los votantes de favorecer ese tipo de interrupción de la vida, y señalaron a los republicanos de acusarlos de estar en desacuerdo sin mediar ninguna circunstancia, mientras los adversarios los acusaban de lo contrario. Falsedades en ambos casos. No hay discusión cuando ocurre por razones naturales e involuntarias. Si es voluntario, el asunto cambia porque ingresa de manera directa en el tema de una acción moral derivada de un concepto ético. Es el caso del aborto por razones médicas para salvar la vida de la madre, ejemplo de escoger el menor entre dos males. También puede ser una violación o el aspecto económico cuando ya existen más hijos.

El caso moralmente inaceptable es el aborto por razones de embarazos derivados de acciones irreflexivas o irresponsables. Se practica por conveniencia, por vergüenza social o por deseo de gozar más del dinero. Por aparte, la posición extrema de la iglesia Católica, de condenarlo aun cuando está en peligro la vida de la madre, tiene como inesperado efecto hacerlo en condiciones peligrosas por intervenir gente irresponsable. Ignoro el criterio de los no-católicos. La posición del Estado en estos asuntos debe ser laica, y por ello es inconveniente la lucha actual por involucrar a pastores de cualquier grupo de evangélicos, neopentecostales, etcétera, pues elimina esta calidad fundamental del Estado, cuyos caminos ético-morales, al ser más anchos, son más fáciles de transitar.

Creo firmemente en esa laicidad y me parece bien la prohibición constitucional de la participación del clero, pero es discriminatorio el descuido en no impedirla con las demás denominaciones, iglesias o sectas no-católicas. Mi posición personal deriva de compartir la idea del inicio de la vida humana desde el momento de la concepción. No estoy ferozmente opuesto al tema, porque acepto la posibilidad ética y moral de, en ocasiones, aceptar un mal menor. Respeto a quien piensa distinto pero rechazo meter a esto en cualquier política partidista personal u oficial. En cuanto a la elección estadounidense, los datos de este artículo fueron obtenidos de una noticia de ayer del The New York Times, firmado por los periodistas Corina Koll y Mitch Smith, recomendable.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.