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Acaso se pudrió la semilla
El partido de gobierno con desacuerdos personales en su liderazgo
Un partido se desgaja en una lucha de egos ansiosos de enriquecimiento y gozo del cargo. Cuando lo afirma un enemigo político, se duda. Pero, cuando el pleito es a ojos vistas, se ve la cercanía de la debacle. El partido de gobierno da signos de agotamiento tanto en la práctica administrativa como en los liderazgos políticos.
La crítica sin la responsabilidad de conducir la obra pública es una ocupación de ricos diletantes.
El naufragio se puede explicar desde diferentes perspectivas. Una es la falta de cohesión en el ala calificada de ecologista o verde. Está conformada por personalidades amalgamadas sin compañerismo militante. Fue la que más contribuyó financieramente a su organización. Son miembros de la élite caficultora metidos a la política verde. El evidente deterioro del ambiente natural ha sido el pegamento que los unió. Al seguir la trayectoria del núcleo impulsor del partido de gobierno, se puede notar entre los patrocinadores financieros una preocupación ambiental: Francisco Javier Montenegro, gerente de San Miguel, vende madera; Félix Alvarado Browning está relacionado con proyectos de AID; Andreas Cord Lehnhoff es un conservacionista ambiental reconocido; Ana Patricia Orantes, actual titular del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), es bióloga; y Claus Wilhelm Schieber es ambientalista y especialista en energía. Por lo tanto, es lógico suponer que su representante fue la bióloga Karin Herrera, preocupada en estudios de contaminación. No fue decisión del presidente Bernardo Arévalo, pues no es su amigo, dijo.
El primer fracaso de los ecologistas fue la destitución de la titular del MARN, María José Iturbide, otra bióloga. No existe mayor rivalidad sino cuando proviene de los celos entre colegas; recuérdese que la orden de cesarla fue dada por la vicepresidenta, de la que, seguramente, tampoco es amiga.
Otro descalabro fue el uso de la basura. La medida pasa sobre los gobiernos, pues se tomó en 2023. En un alarde barroco deseaban que todos los hogares del país clasificaran los desechos en cuatro tipos; luego, la venta a los acopiadores como insumo industrial. Muy preocupados por la naturaleza, no les importaba enviar a la miseria a los pepenadores encargados de separar los desechos en los basureros del país. La iniciativa es antigua, fue presentada por el diputado de Suchitepéquez José Arnulfo García Barrios, de Vamos, y antes, de UCN. La decisión se defiende sin ver ningún pacto ni golpismo, adjunto, como es usual al referirse al pasado.
La pista de AID también muestra un resquebrajamiento, pues el diputado Samuel Pérez se ha quejado amargamente de la falta de consideración de su plan para la salvación económica. Afirma, fue realizado en varios años de trabajo y el gobierno actual no se compromete a realizarlo. De nuevo, como sucedió con la muerte de Balder —herido de muerte por una flecha lanzada por su hermano ciego—, así los funcionarios del partido Semilla envían sus dardos, alborotando al Ejecutivo nacional.
Cómo repercutirán estos desacuerdos sin mesura, en el enfrentamiento contra la extendida corrupción en el Gobierno y Legislativo, no se sabe. Ponerse en primera fila para agitar a la ciudadanía sin ningún recato solo servirá para disminuir la capacidad de influencia en un sistema definido por la división del poder. El juego de los balances no es para dominar sobre los corruptos, sino para frenarlos, a la espera de conseguir aliados virtuosos. Pero a quienes se reclaman dotados de pureza y del poder de cancelar a todos los ciudadanos que dudan de su sinceridad, solo les queda la exposición de sus miserias, porque no son dioses, aunque se crean.