IMAGEN ES PERCEPCIÓN
Angela Merkel, la mujer que cambió la historia
Angela Merkel, una mujer sencilla y natural que hizo de su propio código de vestir un arma poderosa para entrar cautelosamente en un mundo “destinado” para los hombres, donde ellos solían tener el dominio total, el cual no ceden tan fácilmente a una mujer. Pero ella, sutilmente y sin que la oyeran llegar, cautivó a los personajes más poderosos del mundo y los puso a sus pies, con su toque personal logró ser muy respetada (aún más que cualquier hombre) liderando las asambleas más importantes del globo.
' Merkelizado es una forma acuñada por los alemanes para indicar una actitud cautelosa.
Brenda Sanchinelli
Al inicio, la canciller fue criticada por su mal gusto, descuido y desinterés al vestir, pero en el transcurso de su gestión y con los éxitos alcanzados su estilo ha sido definitivamente reevaluado. Ella creó una moda icónica para la mujer dentro de la política. Al final, la racionalidad y practicidad de su vestimenta y estilo, combinados con la confianza en sí misma, la capacidad e inteligencia para llevar a cabo su gestión, ha hecho que muchos se hayan tenido que tragar sus palabras, reconociendo que su estilo se convirtió en un emblema para la mujer en la política.
Un solo modelo de chaqueta de tres o cuatro botones, cuyas únicas variaciones se refieren a los materiales y las solapas, utilizada en todos los colores vivos posibles, pantalones oscuros, zapatos negros sin tacón, collares de un solo tono, sin aretes, uñas cortas y jamás pintadas, maquillaje súper natural, cabello corto bien peinado y sus amplios bolsos Longchamp. Esa era la Angela Merkel que se presentaba a las grandes cumbres, que con su presencia deslumbraba por su sencillez al vestir y su franca y calmada sonrisa, pero con un discurso impresionante, ideas y pensamientos brillantes, firmeza y personalidad opacaba a cualquier líder que estuviera a su lado.
Con una presencia pública tan fuerte, cada gesto, mirada, sonrisa, saludo, ademanes, postura, etc. de Angela Merkel fue documentado por los medios de comunicación. La colección de fotos de sus estilos en todas las tonalidades de chaquetas ha dado vida al llamado Merkel Rainbow. El fenómeno ha llegado a ser de tal magnitud que se ha creado el Pantone Merkel, donde se explica a lo largo del tiempo las elecciones cromáticas de la canciller, acompañado de un análisis interesante y significativo del uso de los colores en las diferentes ocasiones y el mensaje que transmitía.
En esa imagen famosa que circula en todos los sitios de noticias del mundo, sobre una icónica valla ubicada en una concurrida calle de la capital alemana, echando mano de la clásica creatividad berlinesa, se observan solo dos manos colocadas en forma de diamante, el busto sin cabeza de una mujer con una chaqueta verde y las palabras Tschüss Mutti, que significa “adiós, mama”.
Los alemanes se están despidiendo de la que hasta hoy fue considerada la madre de la nación, que durante 16 años los ha protegido, cuidado, guiado y les alejó de peligros y amenazas, garantizando para el pueblo alemán prosperidad y seguridad.
En ese adiós que le está dando el pueblo alemán a Merkel no solo hay nostalgia y gratitud, sino también una sensación de temor de lo que se viene en el futuro, no solo para ese país, sino para la Unión Europea, para la cual las decisiones de Merkel fueron fundamentales, considerada ya un pilar para Europa. Sus méritos son irrefutables. Bajo su mandato, Alemania se ha consolidado como la cuarta economía más grande del mundo y tercera potencia exportadora.
Su partida significa mirar para adelante en busca de nuevas opciones, pero siempre con la duda y el temor de si el próximo canciller podrá llenar el vacío que deja la gran estadista Angela Merkel, quien hasta ahora era la mujer más poderosa del mundo.