Del 10 al 29 de este mes, 84 embajadores y cónsules del país se están reuniendo en Guatemala para un largo y, a causa de la crisis por el actual invierno, poco justificado y carísimo seminario convocado por el pastor Mario Búcaro Flores, en su indefendible puesto de canciller. Da la impresión de haber sido preparado para permitirle conocer a los diplomáticos nacionales, muchos igualmente improvisados. Se pudo hacer vía Zoom, como varios invitados foráneos. Las nueve páginas del programa de actividades son inútiles y con poca o ninguna relación con los legítimos intereses nacionales, pero sí para las prioridades presidenciales, título de la conferencia presentada por el bisoño encargado de nuestras relaciones con el mundo, hoy tan difíciles.

Lamento mucho el error de la prestigiosa Universidad del Valle al haber sido sorprendida en su buena fe al aceptar convertirse en la sede de la actividad política de un gobierno desprestigiado local e internacionalmente, además de ajena a los propósitos científicos institucionales. El rector, Roberto Moreno Godoy, señaló en su columna el número de asistentes y el motivo de “abordar temas y prioridades de gobierno”. Es un amargo fruto de la inexperiencia al no ver las verdaderas intenciones, porque es una persona íntegra. Algunos detalles son demasiado sutiles para la capacidad de la cancillería: todos los nombres de los países fueron escritos en español, con la excepción de Turquía (Turkiye). Los demás, entonces, debieron ser identificados con su nombre oficial.

Al ver el programa es evidente el interés por “quedar bien” con Estados Unidos, Israel y Taiwán, lo cual se explica debido a las buenas relaciones con esos dos países, sólidos amigos nuestros. Pero incluir la explicación de Ucrania, hoy enfrentándose valientemente a Rusia, no aporta nada a los intereses nacionales, como tampoco lo hizo el turístico y casi impertinente viaje presidencial a ese atribulado país, pero sí conviene a Giammattei para aparentar un interés distinto a su intención de mantener su impunidad a partir del 2024. Haber invitado a Guaidó, el político venezolano ya hecho a un lado, intenta quedar bien con el Partido Republicano. Y los organismos internacionales no están allí para sugerir acciones, sino para poner en práctica decisiones de los países. Elemental…

Es rechazable y ofensivo haber invitado a hablar, aunque sea en forma virtual, al canciller de Nicaragua, representante de la feroz dictadura ortegomurillista. Demuestra relaciones muy cercanas con quien rompe toda ley habida y por haber y es un paria internacional. Es simpático haber escuchado a un representante de la cooperación africana y a los marroquíes residentes en el extranjero. Fue interesante conocer algo de la diplomacia pontificia, así como innecesario escuchar al canciller de Kuwait, el jeque Ahmed Nasser Al-Mohammed Al-Ahmed Al-Jaber Al-Sabah. Fue extraño el secretismo de la presencia del secretario general de la disminuida OEA, Luis Almagro. Todas estas actividades, queda claro, solo cubren el interés político de este impresentable gobierno.

La presencia del sector privado organizado también fue una especie de complacencia gubernativa para exponer los criterios de este importante grupo económico nacional. Por ser una actividad política, debió haber habido menciones a la agenda de derechos humanos, la relación con la ONU y la estrategia con los países asiáticos, ocupantes del tercer lugar de importancia comercial. En un apretado resumen, queda clara la falta de un norte debido a esa mezcla terrible de incapacidad diplomática, ausencia de planes estratégicos, imposibilidad de entender los mensajes de los países importantes para Guatemala. Los diplomáticos guatemaltecos con capacidad y experiencia son quienes sufren más vergüenza, y los ciudadanos tenemos razón para indignarnos.