IMAGEN ES PERCEPCIÓN
Código rojo para la humanidad
Hasta hace unos años eran los solo modelos matemáticos los que predecían que el clima del planeta estaba cambiando; muchos se mostraban escépticos. Pero hoy nos enfrentamos a fenómenos climáticos cada vez más extremos, frecuentes y devastadores. Son escenas apocalípticas las que estamos viendo en los últimos días. No solo esta pandemia está matando a la gente, sino también miles de personas están muriendo a causa de los desastres naturales, por consecuencia del cambio climático y del calentamiento global.
' Estamos siendo testigos de devastadoras inundaciones e incendios en todo el planeta. ¿Nos quedaremos de brazos cruzados?
Brenda Sanchinelli
Después de una serie de eventos que han tenido lugar en los últimos siete meses, estamos siendo testigos de inundaciones en Europa, la devastación en China, México, EE. UU. y otros países nuevamente debido a las lluvias. Los desastres causados por huracanes cada vez más violentos y frecuentes que están ocurriendo son aterradores. Paradójicamente el fuego está devorando cientos de miles de hectáreas de bosques en diferentes partes del mundo. Los incendios se han vuelto más intensos y agresivos, alimentados por las altas temperaturas y los fuertes vientos. Desde Siberia hasta Estados Unidos, los incendios duran semanas y, además de los daños ambientales y los peligros para las personas, son particularmente dañinos porque liberan enormes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera.
El tamaño de las poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios ha disminuido en un 60 por ciento en menos de 50 años, 8,500 especies están en la “lista roja”; es decir, en riesgo de extinción. Todo por la sobrexplotación de la tierra y los cambios en los entornos naturales. No es coincidencia que los expertos en clima hayan abandonado ya el uso del término “crisis climática” para cambiarlo por uno más alarmista como “emergencia climática”.
La comunidad científica es unánime al señalar que son las actividades y la actitud humana las responsables de esta emergencia, en particular debido al aumento de los gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera. Estos cambios hacen que sean cada vez más frecuentes las inundaciones, las sequías, la inestabilidad hidrogeológica, la propagación de enfermedades, la crisis de los sistemas agrícolas, la crisis del agua y la extinción de especies. La revista BioScience, avalada por más de 11 mil investigadores de 153 países diferentes, acaba de emitir una alarma sobre este tema. Esta coalición global de científicos, que se sintieron en la obligación moral de advertir a la humanidad de la gran amenaza en la que está el planeta y la población mundial.
El mundo está inmerso en esta emergencia climática y debe estar consciente de que se viene un “inmenso sufrimiento humano” que será inevitable si no se llevan a cabo cambios inmediatos, profundos y duraderos en las actividades antropogénicas que contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero y otros factores relacionados a esta situación. Según las últimas declaraciones de la Organización de las Naciones Unidas, todos los países del mundo deben declarar la emergencia climática ahora mismo y tomar las acciones y recomendaciones pertinentes.
No podemos esperar más, tenemos que cambiar de rumbo. Guatemala debe formar parte de esta cruzada y participar en este trabajo global. Tenemos un Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales que hasta hoy no ha hecho absolutamente nada para comprometerse en una agresiva dinámica que involucre una campaña integral de emergencia climática y crear una conciencia ambiental y hacerla un trabajo de todos. Lo que viene es peor aún de lo que he hemos visto en los últimos meses y podría evitarse, pero para ello debemos reconocer la emergencia y cambiar ya.