POR LA LIBERTAD
¿Criminalidad al alza?
Una de las formas de medir la criminalidad en un país consiste en dividir el número absoluto de homicidios entre el total de su población. Como el número es muy pequeño, se calcula por cada cien mil habitantes. Los homicidios van al alza en Guatemala y esto es preocupante.
' No debemos compararnos con nuestros vecinos sino aspirar a lograr tasas como la de los países más desarrollados.
Ramón Parellada Cuadrado
El pasado 11 de enero, en este mismo medio, José Pablo del Águila publicó una investigación titulada “Por segundo año consecutivo, aumentan homicidios en Guatemala”, en la que presenta algunas cifras relevantes. En 2022 terminamos con 17 homicidios por cada cien mil habitantes. La menor tasa que habíamos tenido recientemente fue la de 2015, con 15.1 homicidios por cada cien mil habitantes. Cabe recordar que desde el pico más alto, 46 homicidios por cada cien mil habitantes en 2009, el país había estado disminuyendo esta cifra hasta ahora, que se está revirtiendo. Tener 17 homicidios por cada cien mil habitantes no es insignificante. Algunos países de Europa tienen tasas menores a uno por cada cien mil habitantes (España, Alemania, Italia y Portugal, por ejemplo. También Dinamarca y Noruega, entre otros) y el resto de los países europeos no están lejos de ese dato. Estados Unidos de América tiene una tasa alrededor de seis homicidios por cada cien mil habitantes.
Es verdad que nuestro país tiene una tasa menor que la de nuestros vecinos. En 2021, México tenía una tasa de 28 homicidios por cada cien mil habitantes, mientras que Honduras, 36; y El Salvador, 37. No debemos compararnos con nuestros vecinos, sino aspirar a lograr tasas como la de los países más desarrollados; es decir, menores a un homicidio por cada cien mil habitantes.
Todo esto se logra con reforzar nuestro sistema de seguridad y Justicia. No basta solo preparar y hacer más profesionales a nuestras fuerzas de seguridad, sino que nuestro sistema de Justicia debe ser más eficiente. Posiblemente hay que revisar algunas leyes para que quien comete un delito tenga la certeza de que será capturado, juzgado y obligado a resarcir el daño causado. No podrá devolver una vida, pero la certeza ante la ley y la aplicación de la pena que le corresponda servirá de disuasivo a otros. Esto de la certeza ante la ley es una de las diferencias que tenemos con los países más desarrollados del mundo. Ahí es donde se deben enfocar los próximos gobernantes.
Costa Rica tiene una menor tasa que Guatemala. En 2021 tenía una tasa de 11 homicidios por cada cien mil habitantes. Aún tiene mucho trabajo que hacer ese país para reducir esa tasa a los niveles deseados. Sin embargo, desde hace años Costa Rica ha mantenido una mayor certeza jurídica y un mejor sistema de Justicia que en Guatemala, lo que les ha permitido ir a la cabeza de Centroamérica en gobernabilidad y seguridad. Por algo es el país de Centroamérica y del Caribe que más inversión extranjera atrae. Esa combinación de gobernabilidad y de estado de Derecho que se respira en Costa Rica es la que hace la diferencia. Es verdad que aún les falta mejorar muchas cosas. Es un país con demasiada injerencia del gobierno en ciertos sectores y por eso es caro en energía eléctrica y en otros aspectos. Pero son cosas que se pueden ir arreglando en el camino. En Guatemala tenemos que seguir luchando por ese estado de Derecho que garantice a los inversionistas la defensa de sus inversiones, su seguridad física y la de sus trabajadores y su libertad de estar por todo el país con tranquilidad. Solo así se podrá mejorar más rápidamente el nivel de vida de toda la población, en especial de los menos afortunados.