¡Dar la cara! Más que valentía, lo que requiere es responsabilidad; afrontar la realidad y no esconderse detrás de excusas. Actualmente, el sistema político de Guatemala está pasando por una podredumbre de representatividad, falta de conocimiento y falta de participación ciudadana y política.

Los diputados que integran la comisión de asuntos electorales son directamente responsables de la calidad del sistema político que tenemos porque tienen la posibilidad de hacer las mejoras al sistema que exigen los ciudadanos. Sin embargo, han obviado repetidamente esta responsabilidad y cada vez encuentran más pretextos que soluciones para atender este grave problema.

Muchos de los diputados se sienten cómodos en su curul y su falta de acción no les representa un costo político. Suponen que conseguirán una posición “ganadora” en una de las primeras casillas de los listados y así se podrán recetar otros cuatro años más en el Congreso. Así es como terminan obviando la responsabilidad que tienen tanto con sus representados como con la democracia.

La factura que nos están pasando las reformas a la ley electoral del 2016 es grave. Estas reformas tienden a concentrar el poder en los partidos políticos establecidos y limitan la competencia y la participación. A medida que transcurra más tiempo sin que se solucionen estos errores, la erosión institucional y democrática será más compleja de resolver.

Entre las prioridades están: eliminar las amenazas a la libertad de expresión a los medios de comunicación, asegurar la libre participación política y mejorar la representatividad y la participación política. Como ciudadanos también debemos exigir a los diputados que ¡den la cara! Que dejen de obviar lo importante y trabajen para mejorar el sistema político del país.

Posterior a las elecciones del 2019 se integró la Comisión de Actualización y Modernización Electoral (Came), en la cual se plantearon diversos puntos para mejorar la calidad de la regulación electoral que tenemos en el país. Uno de los grandes problemas de dicha comisión fue no hacer un análisis de los errores del último proceso electoral y sus causas. Probablemente fue porque la pasada magistratura del Tribunal Supremo Electoral (TSE) quería obviar dicha revisión, ya que pudiera derivar en alguna responsabilidad con la gestión del proceso de los comicios, que para muchos ha sido el peor proceso electoral en la época democrática del país.

A pesar de que la magistratura pasada dejó inconcluso el ejercicio de la Came, la actual retomó parte del ejercicio y lo plasmó en una propuesta de ley que fue presentada en febrero del 2021, en la cual el TSE planteó al Congreso de la República cuáles son los cambios y actualizaciones que necesita la regulación electoral para lograr una mejor democracia. Desde esa fecha hasta hoy, los diputados han obviado la responsabilidad que tienen de mejorar el sistema político a través de esa reforma.

Debemos exigirles a los diputados que den la cara. Que atiendan las demandas ciudadanas y mejoren el sistema político. Si a pesar de estas exigencias los diputados no realizan lo que está a su alcance, serán culpables de los desafíos y problemas democráticos que afrontemos en el futuro.