FUERA DE LA CAJA

De lejos y de cerca

Al cerrar un importante capítulo de mi vida y comenzar otro, me enfrenté a varias decisiones cruciales. Cargado con la preocupación, me disponía a realizar un viaje que implicaba hacer varias escalas. Mientras el primer avión tomaba velocidad para despegar, mis problemas parecían enormes. Sin embargo, cuando despegamos y empecé a ver los edificios cada vez más pequeños, mis problemas también me parecieron minúsculos.

' Siempre afrontemos los hechos manteniendo la fe, con los ojos abiertos a lo positivo.

Julio Zelaya

Lo mismo me ha sucedido cuando he escalado algún volcán. Así como encontré la primera disciplina de un líder efectivo: hacer zoom out, o lo que llamo “ir a la montaña”. Cuando tomamos distancia y visualizamos una amplia perspectiva de las situaciones, vemos el panorama muy diferente y podemos tomar en cuenta más aspectos que cuando solo nos encerramos en la situación. Implica proyectarnos en el tiempo y pensar ¿cómo me sentiré en diez años respecto a esta situación? Lo importante es salir del ojo de huracán para encontrar más opciones.

Durante el viaje del que te hablo, me ayudó mucho el tiempo en off. Claro que al llegar a mi destino, los problemas también me esperaban en tierra, traducidos en decenas de mensajes de texto, emails y otras notificaciones en mi teléfono; pesar de sentirme nuevamente agobiado, el tiempo en el avión favoreció la toma de decisiones.

Mi destino final era un lugar cerca del mar, así que luego de registrarme en el hotel y avisar a casa que todo estaba bien, salí a caminar a la playa, me descalcé y empecé a sentir la calidez de los infinitos granos de arena bajo mis pies. Allí retomé mis alternativas y exploré las situaciones en mi mente. En ese lugar, con los pies literalmente en la tierra, descubrí la segunda disciplina de un líder efectivo: hacer zoom in, o lo que llamo “ir a la playa”, que puede traducirse en tomar el tiempo para sensibilizarnos, para sentir las decisiones de primera mano, enumerarlas, analizarlas, ver el detalle de las opciones. En mi caso, significó responder los correos, los mensajes de texto y cerrar algunos pendientes respecto a las importantes cuestiones que me preocupaban.

En el pasado, cuando he estado abrumado, suelo dejar de “ir a la playa”, no abro los estados de cuenta de una tarjeta por temor a haberme endeudado, o dejo de subirme a la balanza para evadir el hecho de que he comido más de la cuenta. Sin embargo, tarde o temprano, hay que hacerlo, y lo mejor es hacerlo más temprano que tarde para evitar graves consecuencias.

Hagamos zoom out y también zoom in antes de tomar decisiones.

Evaluar nuestras alternativas siempre implicará momentos para ir a la montaña a tomar perspectiva, y también momentos para ir a la playa a revisar los hechos con detenimiento y detalle. Visualizar desde las dos perspectivas, de lejos y de cerca, nos permite tener elementos de juicio para tomar mejores decisiones. Siempre afrontemos los hechos manteniendo la fe, con los ojos abiertos a lo positivo, seguros de que todo obra para bien y de que cada situación, buena o no tan buena, nos permite convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, si sabemos enfocarnos y aprovechar cada experiencia. ¿Qué debes hacer hoy, zoom out o zoom in?

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