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El amor virtual en tiempos de covid

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Si una década atrás alguien hubiera afirmado que dos personas podrían enamorarse locamente sin verse en persona, seguramente se hubiera considerado que ese amor sería imposible y absurdo.

' Seguramente después del covid valoraremos más lo que vale un abrazo, un beso o tomarse de la mano.

Brenda Sanchinelli

Pero en este momento contemporáneo que vivimos, que se caracteriza por el cuerpo distante debido al virus, nos obliga a mirar la vida y las relaciones de otra manera. Ahora es cuando más valoramos y extrañamos el contacto físico. Nuestra vida y esencia han sido transformadas por la tecnología, y el amor no ha sido una excepción. Gracias a las redes sociales y los mensajes directos, dos personas pueden tener la oportunidad de sentir y despertar emociones reales a través de textos, imágenes, sonidos y videos.

Desde que apareció esta forma de relacionarse virtualmente, varias actitudes humanas han cambiado radicalmente, sobre todo en la manera de enamorarse. Por una parte, esta tecnología tiene su lado útil, al propiciar una comunicación más constante y en tiempo real. Sin embargo, había venido a sustituir el encanto y la emoción de verse frente a frente, de esperar horas para poder hablar con el ser amado, de extrañarse y también de tener tiempo para sí mismo, conservando también nuestra individualidad.

La parte no tan agradable de la comunicación virtual es que no hay contacto tangible, no podemos tener acceso al lenguaje no verbal de la persona —esto implica un 93% del mensaje—, a menos que sea una videollamada. Lo que convierte la relación en algo impersonal, frío y distante. La satisfacción directa, cuerpo a cuerpo, no puede ser reemplazada jamás por el vínculo virtual. Aun así, muchos se lanzan a navegar buscando el amor en ese mar infinito de la web, y es que ahora no queda otra opción.

En este contexto, es muy común que se propicien relaciones amorosas virtuales, debido a que en el ciberespacio es muy fácil conocer nuevas personas, incluso de otros países. Lo que permite también poder filtrar y seleccionar las características que se desea encontrar en otra persona. Son muchos los que critican esta manera de interactuar con los demás y se ha visto todo tipo de experiencias. Desde relaciones que han terminado en un sólido matrimonio hasta psicópatas mentirosos, que han secuestrado o asesinado a la persona con la que mantenían una relación.

¡Todo se vale! “El amor es simplemente una locura”, como decía Shakespeare, de nada sirve intentar explicarlo o predecirlo, porque tiene una gama infinita de expresiones. El amor ha tenido que evolucionar aún más rápidamente con esta pandemia, y además ha puesto a prueba los corazones enamorados que por el distanciamiento social se han tenido que conformar con no verse personalmente. Sin embargo, los mensajes se han tornado más románticos y constantes.

Por una vez las redes sociales han hecho que todos nos sintamos más unidos. Precisamente esas redes sociales tan criticadas, a las que muchas veces se les acusa de apagar las interacciones reales y personales entre los individuos, son las que hoy salvaron el momento y nos permitieron seguir comunicándonos. Desde chats hasta videollamadas, hay muchas formas de mantenerse en contacto con otros y tener largas conversaciones.

El amor en la época del coronavirus ciertamente pasará a la historia. Después de todo, cada época ha manifestado este sentimiento de formas distintas y precisas, tanto a través de la expresión como en el comportamiento subjetivo del ser humano. Luego de este tiempo seguramente valoraremos más lo que vale un abrazo, un beso o tomarse de la mano. Quizás volvamos a la vida como siempre, pero con una nueva conciencia, la de la suerte de estar juntos, compartir más personalmente y jamás volver a sustituir el amor virtual por el real.

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