CIVITAS

El camino a un mejor sistema político

|

Las sociedades usualmente afrontan el reto de tener múltiples preocupaciones que requieren soluciones públicas, así también como tener muchas visiones diferentes de cómo abordar y solucionar dichos problemas. Sin embargo, en las sociedades no solo hay diferencias si no también muchas similitudes y problemas en común. Uno de los problemas en los cuales hay acuerdos de distintos grupos es en que el Congreso no es representativo de la ciudadanía.

' La reforma para mejorar el sistema político es posible si como ciudadanos afrontamos el problema honestidad y liderazgo.

José Echeverría

La maratónica e inquietante sesión del Congreso de la República en la cual conocieron el Estado de Calamidad hace unos días es una muestra de la desconfianza que la ciudadanía y diversos sectores tienen con el actuar del Congreso (con las excepciones importantes que hay). Esto nos demuestra que sí hay un problema en común entre diversos sectores de la sociedad guatemalteca.

Uno de los desafíos con la construcción de voluntad política es identificar y priorizar el problema a solucionar. Actualmente pareciera que la precariedad del sistema político que tiene como resultado un Congreso poco representativo y poco confiable es un problema que preocupa a gran parte de la sociedad. Por lo que podría ser un punto inicial para la agenda de rescate del sistema político.

La experiencia del pasado proceso electoral en 2019 es un escenario que los guatemaltecos no quisieran volver a repetir. Los desafíos y la amenaza de repetir los mismos problemas siguen presentes y no se han esfumado con el cambio de Tribunal Supremo Electoral.

Una agenda mínima para mejorar el sistema político del país y mejorar el evento electoral debería pasar por los siguientes puntos de reforma en la Ley electoral y de partidos políticos: Hacer los ajustes necesarios para la gestión eficiente y transparente del proceso electoral, solucionar las reformas ambiguas del año 2016, modificar la forma de elección de diputados, democratizar y facilitar la participación política.

Si el problema está identificado y pudiéramos percibir un acuerdo generalizado en solucionarlo, ¿Cuáles son los desafíos que nos impiden avanzar en esa causa? La polarización social en la cual estamos sumergidos hace que existan altos niveles de desconfianza entre diversos sectores. Esto lo que ocasiona es una falta de entendimiento que la motivación y aceptación de participación política es generalizada y destinada para toda la ciudadanía y no solo para determinados grupos. Este elemento de polarización se puede abordar con liderazgos serios y con credibilidad que puedan explicar los beneficios de mejorar el sistema político.

Otro de los desafíos es que la reforma a la Ley electoral y de partidos políticos se debe realizar en el seno del Congreso de la República. Muchos ánimos reformistas decaen al recordar que las reformas tienen que suceder en el Congreso; sin embargo, creo que aún existen liderazgos con credibilidad y legitimidad en el Congreso que pudieran impulsar una reforma de este tipo y puedan navegar en contra corriente acompañados de una opinión pública favorable a través de liderazgo ciudadano. Esto sería beneficioso no solo para la reforma en sí sino para motivar nuevos liderazgos ciudadanos a participar en las siguientes elecciones y sanear cada vez más el sistema político del país.

ESCRITO POR:
José Echeverría
Abogado, asesor, presidente del Movimiento Cívico Nacional y participa en foros tanques de pensamiento internacionales en recomendación de políticas relacionadas con el fortalecimiento institucional.