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El gigante asiático y los tambores de guerra
Esta semana, el ejército chino estuvo ejecutando maniobras militares para exhibir su poderío bélico y seguramente mandar un mensaje. El escenario, nada menos que el Mar del Sur de China, una de las zonas marítimas más transitadas en el mundo por la marina mercante. Los actores, Taiwán, Vietnam, Malasia, Japón, EE. UU. y, por supuesto, China. Estos países están preocupados porque China ha venido incrementando una presencia militar en esa zona, tomando pequeñas islas para hacerlas más grandes y construir bases militares.
' ¿Ha notado usted los ejercicios militares que se están realizando en el Mar del Sur de China?
Brenda Sanchinelli
La realidad es que en cualquier momento podría reventar un conflicto, porque si China toma el control de Taiwán como lo pretende, EE. UU. tendría que intervenir. Hace algunas semanas, durante la visita a Taiwán de Alex Azar —una figura muy importante de la política estadounidense—, para manifestarles su apoyo, fue evidente la molestia de los chinos, que de inmediato hicieron sobrevolar aviones de combate sobre la Isla taiwanesa. En respuesta, EE. UU. envió un destructor que navegó en el estrecho de Formosa, entre Taiwán y China.
Ante esta disputa, ya se están involucrando otros países, la Alianza de los Cinco Ojos (EE. UU., Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda), Japón, India y Polonia. Filipinas, que estaba indecisa, parece que se está inclinando por EE. UU. De hecho, le están vendiendo una base abandonada cuya ubicación es estratégica. Rusia está neutral, aunque ha sido aliado estratégico comercial de China en las últimas décadas. Y Corea del Norte seguramente tomaría partido por China.
En el área se han visto imágenes de submarinos nucleares chinos y en este momento EE. UU. tiene al menos tres portaviones de los más grandes y poderosos, con aviones F35 de la quinta generación, que superan por mucho a los J20 de los chinos, que, se dice, en cuestión de horas podrían destruir toda la flota aérea de los chinos; sin embargo, el país asiático asegura que ellos podrían hacer exactamente lo mismo con las embarcaciones que tiene EE. UU. allí. Aunque China tiene un armamento sofisticado y el ejército más grande del mundo, no podría derrotar a EE. UU. y sus aliados.
Todo esto nos está llevando a un complejo escenario donde hay dos bandos claramente marcados, no sabemos si otros países podrán aliarse al gigante asiático, pero se vislumbra un conflicto más grave y peligroso que la Segunda Guerra Mundial, donde quizás no se produzcan tantas muertes, pero sí destrucción y una incertidumbre muy grande que podría durar algunos meses y llevar a una mayor crisis económica que la actual.
Por supuesto que estos ejercicios militares no implican una guerra, pero sí el inicio de un serio conflicto que ya está sobre la mesa. A ningún país le conviene que inicie un enfrentamiento de este nivel, pero hay que reconocer que el mundo entero está molesto con China por haber ocultado información sobre el covid-19. Nunca en la historia de EE. UU. se ha hecho la transición de un presidente a otro mientras se encuentra en medio de un conflicto bélico. ¿Será acaso este conflicto el as en la manga que tiene reservado Donald Trump para ganar las elecciones? Encendiendo la chispa de la guerra poco antes de que termine su período y así celebrar las elecciones bajo esta coyuntura, demostrando su liderazgo y capacidad bélica.
Llama la atención que los medios estadounidenses le han dado poca cobertura a esta noticia; cosa rara, pero sin sonar sensacionalista es importante estar alerta, ya que existe una gran posibilidad de que pueda iniciarse en las próximas semanas uno de los espectros más graves para la humanidad, que es un conflicto bélico de grandes dimensiones.