ESCENARIO DE VIDA
El mundo musulmán, el ramadán y Marruecos en la mira
Esta semana ya inició el Ramadán, que es un período de ayuno en el mundo islámico. La celebración coincide con el momento en que el profeta Mahoma recibió la primera revelación del Corán, según la fe musulmana. Supone un tiempo de recogimiento, mayor acercamiento a Dios y purificación del alma mediante la autodisciplina y el autosacrificio, por lo que los musulmanes tienen prohibido tomar alimentos, líquidos, fumar o mantener relaciones sexuales desde la salida del sol hasta su ocaso.
' El rey Mohammed VI ha creado un proyecto social, democrático y moderno que persigue la equidad hacia la mujer.
Vida Amor de Paz
Durante mi viaje por Marruecos me impresionó la religiosidad que tienen al acudir a los llamados de rezo cinco veces al día, emitiendo una especie de canción (Adan), que en su idioma sirve para anunciar la hora de recogimiento, como lo son para nosotros las campanas de las iglesias. Todos acuden a las mezquitas y dejan abiertos sus comercios, con la plena confianza de que nadie robará nada. Me impresionó ver el respeto y honestidad que les caracteriza.
En mi recorrido por la ciudad de Esmara, al noroeste, tuve la dicha de reunirme con el gobernador Hamid Naimi, carismático y muy hospitalario del que les hablaré en otra columna. Nos vistió con trajes regionales y nos hizo sentir como en casa. Al llegar a una jaima o casa del desierto, me senté con el sabio Sidi Hamdi entre arena, cojines y alfombras, a discutir la religiosidad de su gente. Siendo Esmara considerada la ciudad espiritual del Sáhara Marroquí, mi amigo Mohammed Eliadali me tradujo del árabe al español la profundidad del tema. En Esmara conocimos a una apasionada señora que colecciona y preserva obras de arte y objetos de su cultura y sus tradiciones con piezas antiquísimas nunca antes vistas; algunas a la venta y otras no.
Al llegar a la región de Laayoune Sakia El Hamra tuve el privilegio de que me recibiera Abdeslam Bekrate, el wali o gobernador de gobernadores, delegado del gobierno y nombrado directamente por el rey Mohammed VI. Con él entablé una amena conversación sobre la visión y propósitos que tiene Marruecos ante el mundo. El wali coordina con todas las instituciones velando por los proyectos del Sáhara y facilita el flujo de las inversiones de cara al crecimiento del turismo. Siendo Marruecos la puerta de entrada a África, me indicó que su misión es el “fortalecimiento” de esta puerta.
Sin embargo, el wali nos alertó sobre publicaciones tendenciosas y falsas que circulan en Latinoamérica desvirtuando el propósito de paz que les permite disfrutar de la autonomía en la región sahariana, y nos animó a que apoyemos esa propuesta de autonomía ofrecida por Marruecos, y así garantizar de manera definitiva la paz y la prosperidad regional.
Durante nuestra conversación salieron a relucir las nuevas disposiciones del rey Mohammed VI en relación a los derechos de las mujeres a partir de la reforma del Código de Familia 2004 y nos habló de Su Majestad el rey Mohammed VI, comendador de los creyentes que ha creado un proyecto social, democrático y moderno que persigue, además de la equidad hacia la mujer, la protección de los derechos de los menores y la preservación de la dignidad del hombre. Se respeta la tolerancia en materia de justicia, igualdad, solidaridad que preconiza el islam, pero con innovación jurisprudencial, de acuerdo con el espíritu de los nuevos tiempos.
En cada ciudad donde paré conocí a mujeres marroquís que vestían a su manera, con o sin sus trajes tradicionales. Marruecos me ofreció una visión diferente de la vida musulmana, y gracias a la Cámara de Consejeros del Parlamento Marroquí y a la Embajada de Marruecos en Guatemala, logré obtener imágenes multicolor.