SI ME PERMITE

El orgullo patrio debe ser de todos los días

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“El mejor patriotismo es aquel patriotismo que es activo y silencioso”. Raúl Prieto

Si bien tenemos una fecha en la que recordamos nuestra independencia, no deberíamos simplemente limitarnos a ello. Deberíamos, de alguna manera, en la rutina de nuestras actividades, entender que las cosas que podemos lograr y alcanzar se deben a ese heroico esfuerzo de la independencia patria.

Cada vez que vienen estas fechas de la independencia, podemos centrarnos en un logro y que pueda ser parte de nuestra conversación con los que nos rodean y pueda contagiar a la práctica. Posiblemente, en un inicio, los que nos escuchen se sientan muy extrañados, pero no importa, porque lo que nos interesa es crear una atmósfera entre los nuestros de admiración y gratitud por lo que cada uno de nosotros hemos recibido, como lo que significa estar en una nación libre y soberana.

Posiblemente nuestra nación tiene muchas necesidades, las cuales son de urgencia, y que por lo que no tenemos estamos limitados en muchísimas cosas, pero es bueno que en estas fechas nos recordemos de lo que sí tenemos, tengamos presente que es una nación que tal vez no sea tan grande, pero lo importante es que nos alberga y nosotros, con la mayor gratitud, debemos ser los ciudadanos más agradecidos por lo que tenemos.

Nos podemos preguntar cuántos estados en el mundo que habitamos hubieran querido tener un estado libre y soberano como el que nosotros tenemos.

' El patriotismo debería enmarcarse en el modo de ser y no solo en una fecha determinada.

Samuel Berberián

Es usual que cuando nos juntamos lo más fácil es hablar de los problemas que se tienen, pero si podemos proponernos en hacer la diferencia, entonces podemos aceptar todos los problemas que se nos plantean, pero podemos destacar sus bondades y grandezas, no para ignorar lo otro, sino para tomar fuerza y poder hacer algo para cooperar en que nuestra patria sea más grande y más gloriosa.

El orgullo patrio, como en muchas otras cosas, no consiste en la medida en la que estoy a gusto o de acuerdo, sino fundamentalmente porque pertenezco y es lo mío.

Un ejemplo que nos puede ayudar en lo que estamos planteando es el valor de la pertenencia, es como cuando uno pertenece a una familia, en ningún momento son apropiadas y correctas las comparaciones porque cada familia es diferente y tiene sus propios valores. Claro está que las necesidades y las circunstancias en las que estoy viviendo pueden llevarme lejos de mi patria, pero eso en ningún momento apaga el cariño y aprecio que tengo por ella.

Sin lugar a duda, en los tiempos en los cuales estamos lejos, hay una nostalgia que nos invade porque no estamos en nuestra tierra para celebrar con los nuestros los días festivos que por muchos años celebramos y por ello también conservamos recuerdos muy especiales.

Deberíamos pensar en cuáles serían las cosas que podemos hacer para poner en alto el nombre de nuestra patria, iniciando con cosas de las elementales, como son la familia y el papel que me toca hacer, o en el trabajo en qué modo me puedo desempeñar para poner en alto el buen nombre de la patria.

Esto no es algo para planificar y hacer en el mañana, es algo que tiene que ver con el hoy y el ahora, y en las cosas más rutinarias que hacemos todos los ciudadanos, para que los que nos visitan y nos ven puedan recibir el mejor mensaje de patriotismo auténtico, en nuestro civismo expresado en nuestra identidad.

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