CATALEJO

El peor mundial tuvo un resultado muy justo

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El dios del futbol hizo justicia. Leo Messi pudo levantar la copa mundial para Argentina y para él, cuya trayectoria sin manchas dentro y fuera de los campos de juego ha alegrado a millones de latinoamericanos y españoles. Nunca como ahora había un jugador merecido tal honra, gracias en parte al portero Fernández y a haber entendido los planes del entrenador Escaloni. Salvo eso, Catar 2022 fue un mal mundial, engendrado por corrupción no conocida en su magnitud hace doce años y porque los intereses económicos, no los del deporte más popular del mundo, importan más a la FIFA, supranacional rodeada de misterio y con una independencia convertida en fuente de impunidad, sin posibilidad de castigo y relacionada con gobiernos irrespetuosos de los derechos humanos, señalado en sus estatutos. Una vergüenza internacional.

El árbitro polaco Marsiniak, creo, con discreción benefició a Francia cuanto pudo, aunque en los tres penaltis estuvo correcto. Eso le agregó emoción al partido. Argentina representó el papel del futbol-arte, diseñado para ganar pero también dar espectáculo de juego. Luego de 36 años se llevó a casa el campeonato por tercera vez y mostró un nuevo equipo joven y disciplinado, llamado a destacar en el próximo mundial. El siguiente lugar latinoamericano es Brasil, en el séptimo puesto. Me llamó la atención el caso de Costa Rica: perdió 7-1 ante España en su primer juego, pero en el tercer partido, por las combinaciones de resultados, durante varios minutos había eliminado a España y Alemania. Inesperadísimo, pero luego el resultado cambió y se fueron a casa.

La confirmación de aspectos extradeportivos fue importantísima: esclavitud en la construcción de instalaciones con costos multimillonarios; el incumplimiento de promesas de las autoridades en el trato a los extranjeros, a causa del absolutismo monárquico y de ser un estado con fanatismo religioso oficial, hicieron contraproducente el esfuerzo multimillonario de mejorar la imagen del país. Irán, en manos de los fanáticos ayatolas, ahorcó al periodista Ruhollah Zam por “traidor a la patria”, como castigo a haberse expresado en público en favor de los derechos de las mujeres. Todo esto pone a la FIFA en problemas deportivos y políticos. Hay presión mundial para cambios y el próximo torneo del 2026 ya vislumbra problemas, al realizarse dividido entre Canadá, Estados Unidos y México, este último también con problemas internos futboleros.

' Por decenas de años, la FIFA actuó con una independencia convertida en monarquía absoluta. Ya no puede seguir de esa manera.

Mario Antonio Sandoval

España perdió porque su sistema tikitaka ya no sorprende, y el espectador se desespera al ver su aplicación, en espera de contragolpes. Algunos entrenadores tuvieron errores garrafales, sobre todo en los partidos perdidos por decisiones en los últimos minutos de cambios equivocados. El VAR demostró no ser infalible, porque la decisión final es del árbitro. La FIFA destacó por enviar árbitros de evidente poca capacidad y cuyos errores fueron determinantes en el resultado de juegos cruciales. Y hubo ridiculeces. La peor: la historiadora afroamericana Erika Edwards, del Washington Post, estultamente acusó de racista a Argentina por no tener negros, y el medio debió disculparse. Alguien debió haberle informado: tampoco hay en la de Corea o de Japón…

El mal ambiente mundial por enterarse de la realidad social de Catar hizo contraproducente la ambición de los aristócratas por mostrar al país como uno abierto al mundo, moderno, de lo cual solo tiene edificios. El infame papel otorgado a la mujer en el mundo árabe se afianzó como fuente de la peor mala propaganda y por ello talvez cambien los misóginos, ya sea jefes árabes o exacerbados extremistas religiosos. Sí cambiarán, porque deben, las decisiones de la FIFA. Quienes dudan de la crisis del altísimo mando futbolístico mundial, no quieren verla. Este amargo campeonato solo tuvo de positivo la victoria de Argentina con el rey Messi declarado mejor jugador, y con el mejor portero y mejor juvenil (Enzo Fernández). Ganaron el buen futbol y Latinoamérica.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.