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El quetzal en la bandera, escudo y moneda
María Albertina Gálvez G. escribió el capítulo El Quetzal, publicado en el libro titulado Símbolos Nacionales, Ministerio de Educación de Guatemala. 1996, 47 pp.
Los símbolos nacionales que trata el libro son: la monja blanca, la ceiba pentandra, la bandera y el escudo, el quetzal, himno nacional (música y letra), el acta de Independencia y Tecún Umán.
El Capítulo El Quetzal lo inicia con la cita siguiente: Al escoger el quetzal como emblema de la Nación —dice el naturalista Alexander Skutch— los guatemaltecos hicieron una feliz elección; una criatura oriunda del país, decorativa, simbólica y agradablemente distinta de las aves de presa, bestias y dragones mitológicos que adornan los escudos de otras naciones.
Explica la autora lo siguiente: Luce el escudo de armas de Guatemala una de las más bellas e interesantes aves de la fauna americana, no sólo por su rara belleza sino por el profundo sentido mitológico que encierra dentro de las culturas de Mesoamérica. Asociado con las más altas dignidades religiosas de nuestra antigüedad, como símbolo de Quetzalcoatl o Gucumatz, “Serpiente emplumada”, suprema deidad maya, los tributos de su grandeza, simbología y otros vestigios arqueológicos de nuestra antigüedad. Su caza era penada con la muerte.
Ocupa un lugar preferente en el Popol-Vuh y en otros textos antiguos. Bernal Díaz del Castillo lo exalta; fray Bartolomé de las Casas y otros distinguidos cronistas de la Colonia lo mencionan; fray Francisco Ximénez lo describe como una de las más hermosas aves de América y, “que si se pudiera conservar en una jaula, fuera como para la casa de un rey”.
Los toltecas le llamaron con respeto Quetzalli, “hermosa pluma verde”; los quichés, Guc o Juc, ya que lo consideraban como “ave sagrada”. Termina el relato con la batalla en que murió Tecún Umán enfrentado a Pedro de Alvarado.
' Los productos más comercializados por los indígenas mayas eran las plumas del quetzal.
José Molina Calderón
Luis Luján Muñoz y Francisco José Castillo Love escribieron lo siguiente: Pintura del Quetzal en el Palacio Nacional. Se publicó en la Memoria de 1996 de Seguros y Fianzas El Roble, que describe y se ilustra con fotografías de distintos aspectos del Palacio Nacional.
Explican lo siguiente: Una de las pinturas más interesantes conservada en el Palacio Nacional es este óleo sobre tela realizado por el artista Humberto Garavito, que adorna uno de los salones en el Palacio Nacional.
La presencia histórica del quetzal en la historia de Guatemala podemos decir que abarca desde la época precolombina, que lo utilizó ampliamente, de tal manera que aparece en la escultura, pintura, cerámica, los mismos que en pequeñas efigies realizadas primordialmente en barro cocido. Se puede afirmar que uno de los productos más comercializados por los indígenas mayas eran precisamente las plumas del quetzal.
Durante la época colonial también se utilizaron para las danzas tradicionales de la Conquista, de Moros y Cristianos. Sin embargo, parece haber sido a finales del siglo XVIII cuando el sabio José Mariano Mociño lo clasificó científicamente, nombrándolo Pharomachrus mocinno, por lo que se incorporó de nuevo al quetzal en la iconografía histórica guatemalteca hasta incluirlo a finales de dicho siglo (XIX) en el escudo nacional, en la letra del himno nacional y declararlo, en el presente siglo (XX), ave nacional y moneda nacional.
El autor de esta pintura pone a nuestro quetzal posado en un árbol rodeado de abundante vegetación, con toda la elegancia y prestancia que le son características, como si estuviera consciente de su importancia y belleza, por el color esmeralda con tonos metálicos dorados, que contrastan con el color rojo intenso de su pecho.