PLUMA INVITADA
El repunte europeo y la vacuna
Las noticias de los últimos días no dejan ninguna duda. Europa está bajo el impacto de una nueva ola de contagio y está siendo grandemente afectada. Observemos sus resultados a través de la plataforma de Our World in Data.
Países de Europa como Bélgica, Holanda, Inglaterra y Alemania están sufriendo una tremenda ola de nuevos contagios. La situación de casos confirmados por millón de habitantes en Bélgica es grave, no solo es el mayor indicador actual (1,185), sino que además se aproxima al valor del pico de la primera ola de finales de octubre 2020. Le sigue Holanda, con 1,049, un valor mucho mayor que el de su primera ola. Inglaterra presenta un alza continua desde julio, y Alemania, igual que Bélgica y Holanda, presenta un repunte a partir de octubre 2021. Por el otro lado vemos a países como España, Francia e Italia, que fueron protagonistas durante la primera ola, con un indicador bajo de casos confirmados por millón de habitantes en la actualidad, 200 o menos.
Si se analiza la cantidad de personas fallecidas al día por millón de habitantes de Europa, los resultados son muy diferentes a los anteriores. Se observan dos olas muy claras: la primera, de marzo a junio 2020, y la segunda, de noviembre 2020 a junio 2021. Sin embargo, todos los países presentan ahora un indicador menor a 2.75 personas fallecidas al día por millón de habitantes.
' Quien ya se vacunó puede aún enfermar. Sus síntomas serán más leves y no morirá, pero sí puede enfermar.
Carlos R. Paredes
¿Por qué hay menos fallecidos que durante las olas anteriores? Es el resultado de la vacunación masiva que la mayoría de países europeos ha realizado. El primer efecto de la vacuna es prevenir que una persona enferma muera como consecuencia de la enfermedad. Los números son claros: la vacuna es muy efectiva en este sentido.
Pero si están vacunados, ¿por qué siguen enfermándose? La razón es que la vacuna contra el covid-19 no impide que una persona vacunada contraiga la enfermedad. Todo aquel que ya se vacunó puede aún enfermar. Sus síntomas serán más leves y no morirá, pero sí puede enfermar. El problema radica en que las personas vacunadas “suponen” que no van a enfermar y por ello relajan su actitud y dejan de cumplir las medidas de prevención. Es el relajamiento el que propicia situaciones de contagio, como aglomeraciones en bares, restaurantes, colas de ingreso…, y provoca el repunte que actualmente vive Europa.
Debemos aprender de las experiencias de los demás países. Guatemala registra 24 casos confirmados por millón de habitantes, y con 1.5 personas fallecidas al día tiene mejores indicadores que Bélgica, a pesar de que nuestra cobertura de vacuna es solo 20.4% contra 70.3%. La lección para aprender es que la vacuna por sí sola no vence al virus. Es muy necesaria porque evita que el enfermo muera, pero para evitar el contagio se necesita de un estricto cumplimiento de las medidas de prevención.
Afortunadamente, en Guatemala contamos con un semáforo que funciona y se han implementado protocolos de seguridad y medidas de prevención que son de mucha efectividad. Muchos reclaman por la severidad del semáforo, pero la situación en Europa demuestra que la batalla contra el covid-19 se lucha en dos frentes simultáneos: la vacunación de la población para que no muera y el cumplimiento de las medidas de restricción/prevención para que no enferme y no se sature el Sistema de Salud.
La situación europea nos da una idea muy clara de lo que es la nueva normalidad. Debemos vivir nuestra vida normal sin enfermar. Para no enfermar tenemos las medidas de prevención, y en un caso enfermamos, tenemos la vacuna, para que sea leve y no morir.