El ruido del tránsito pesado y su impacto en zonas residenciales
La ciencia y tecnología urbana electrónica requieren atención.
La Ley de Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente indica que “la planificación del desarrollo nacional es compatible con la necesidad de proteger, conservar y mejorar el medio ambiente”, pero no especifica mediciones de los efectos del ruido nocturno de tránsito pesado que circula frente a las zonas residenciales, como la falta de un ordenamiento territorial ante el transporte pesado, que produce ruido, aún más de noche y con pequeños sismos. Mi familia despierta durante la noche debido al paso de estos en una vía para tránsito residencial.
En lugar de estar preocupados haciendo pasos a desnivel en las zonas de alto nivel de comercio, deberían empezar por pensar en un ordenamiento urbano electrónico, pues, mundialmente, en pocos años se moverá todo por sistemas eléctricos. Según Nissan, “las ciudades del futuro pertenecerán a los coches eléctricos”. Este desarrollo de vehículos con cero emisiones cambiará los estilos de vida de la población y de distintas disciplinas como el Urbanismo y la Arquitectura.
El uso de vehículos eléctricos puede reducir drásticamente los costos de combustible debido a la alta eficiencia de los componentes de propulsión eléctrica y se ligaría al combate del cambio climático, por lo que se deberá revisar la organización territorial de las ciudades para establecer un nuevo y correcto ordenamiento territorial, donde se definan los nuevos usos del suelo y sus densidades ante los nuevos sistemas electrónicos.
En el futuro habrá que sustituir los vehículos de combustión por vehículos eléctricos.
Pero la historia no termina aquí, pues también se ha venido desarrollando una serie de edificaciones de fábricas, bodegas y edificios de altura, creando, además, zonas de calor en áreas residenciales de baja densidad, sin ningún miramiento, en un laissez faire, laissez passer, con lo que la población guatemalteca seguirá expuesta en las ciudades a ruidos por arriba de los cien decibeles (dB), cuando el oído humano solo puede soportar un máximo de entre 50 y 65 dB, por lo que puede sufrir daños irreversibles en el aparato auditivo, como sordera.
Otro problema son las vibraciones que produce el impacto de los grandes camiones que pasan frente a las estructuras residenciales, generando pequeños sismos, pero continuos. La tarea del sismólogo será distinguir el efecto de los movimientos vibratorios, rápidos y violentos de la superficie terrestre provocados por perturbaciones en el interior de la tierra, “choque de placas’’ de un camión de dos toneladas, viajando a 120.7 km/h. Las vibraciones de los grandes camiones afectan negativamente a las personas y a las edificaciones cercanas, y pueden ser importantes si se presentan con altos niveles de amplitud de las vibraciones de las fallas, afectando las estructuras de las residencias. El MARN informó que constantemente se reciben denuncias por ruidos y las mediciones establecen ambientes en áreas urbanas que generan ruidos de cien decibeles en adelante.
En el futuro habrá que sustituir los vehículos de combustión por vehículos eléctricos, que es una de las apuestas más sólidas para reducir las emisiones de CO2, creando playas de estacionamiento fábricas para vehículos pesados en las periferias, fuera de las zonas urbanizadas, con reglamentos sobre circulación de camiones y los itinerarios.
La fase 3 del Ordenamiento Urbano indicaba: “Planificación y ordenamiento territorial incluye una visión de la organización y los usos futuros del territorio ante el cambio climático, dentro del espacio electrónico y la confirmación urbana de una ciudad como eco sistema por internet”.