El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC) es nombrado por un período de cuatro años y puede ser reelegido por un período adicional no superior a cuatro años. Los procedimientos fueron establecidos en el 2003 por el Consejo General.

Se presentaron ocho candidatos a esta contienda, siendo Jesús Seade, de México; Ngozi Okonjo-Iweala, de Nigeria; Abdel-Hamid Mamdouh, de Egipto; Tudor Ulianovschi, de Moldova; Yoo Myung-hee, de Corea del Sur; Amina Mohamed, de Kenya; Mohammad Maziad Al-Tuwaijri, de Arabia Saudita; y Liam Fox, del Reino Unido.

De los ocho candidatos, cuatro están bastante familiarizados con la organización, habiendo sido anteriormente representantes permanentes, tres de ellos, Kenia, México y Moldova; sin embargo, Abdul-Hamid Mamdouh, de Egipto, no fue embajador, pero ha estado ligado a la organización en los últimos 30 años, como funcionario internacional.

El proceso está a cargo del embajador de Nueva Zelanda, David Walker, presidente actual del Consejo General, quien es asistido en el proceso de nombramiento por los presidentes del Organismo de Solución de Diferencias y del Organismo de Examen de las Políticas Comerciales, en calidad de facilitadores, siendo los embajadores Dacio Castillo, de Honduras, y Harald Aspelund, de Islandia, respectivamente.

El proceso de selección se realizará en tres rondas de consulta con los miembros para elegir al nuevo director general que sustituya al titular, Roberto Azevêdo. Según esta fórmula, después de que los miembros expresen sus preferencias en la primera ronda, que se inicia el 7 de septiembre, se pedirá a tres de los ocho candidatos que se retiren de la contienda, con base en el apoyo expresado por los miembros de la organización.

En la segunda ronda, de los cinco candidatos restantes se pedirá a otros tres que abandonen el concurso, basándose en las preferencias expresadas por los miembros. Para la tercera ronda y final quedarán dos candidatos. Luego de esta ronda final se decidirá por uno entre los dos candidatos que queden por consenso.

Este proceso de buscar a un nuevo director general toma a la organización en plena crisis económica mundial, a causa de la pandemia de covid-19; además, en momentos de tener pendientes varios asuntos importantes, entre ellos preparar la próxima conferencia ministerial de 2021, iniciar un proceso de reforma de la organización, reactivar el órgano de apelación para asegurar una solución ágil de las disputas comerciales; concluir la negociación de nuevas disciplinas comerciales, como las subvenciones a la pesca y el comercio electrónico; instaurar una agenda que refleje las preocupaciones sobre los beneficios del comercio en el desarrollo, siendo esta una demanda de los países pequeños y vulnerables en desarrollo de la organización. Estos son parte de los temas prioritarios que le esperan al próximo director de la OMC.

A través de la atención de estos temas y de la construcción de puentes de diálogo entre los países se podrá construir un sistema multilateral de comercio ágil, fuerte y con capacidad de lograr los resultados que el mundo requiere con urgencia.

Mientras tanto, los candidatos han sido intensamente interrogados, luego entrará en juego la capacidad de construir consensos de la OMC: la totalidad de los 164 miembros tendrán que acordar por consenso quién es el ganador.

Lo cierto es que el ganador heredará un trabajo difícil. En las actuales circunstancias el debate sobre quién es la persona idónea para encabezar la organización se enlaza inevitablemente con cuál es el futuro, la relevancia y el rol que debe tener la OMC en los tiempos actuales.