POR LA LIBERTAD
Elecciones 2023, un giro a la izquierda
El resultado de las elecciones generales del pasado domingo 25 de junio nos deja una gran sorpresa. Bernardo Arévalo, de Semilla, llega a ocupar el segundo lugar y competirá contra Sandra Torres, de UNE, en la segunda vuelta. Nadie esperaba que Arévalo llegara al segundo lugar. Al final, los electores guatemaltecos tendrán que escoger entre dos partidos de izquierda.
' De todos modos, ninguno de los dos partidos es de la izquierda radical, ninguno es del socialismo del siglo XXI o comunista.
Ramón Parellada
Cuando digo izquierda en términos políticos y económicos me refiero a una izquierda que no es radical. La UNE es una izquierda intervencionista que juega con el sistema, utiliza la redistribución de riqueza para quedar bien con los pobres pero por populistas. Tienen muchos alcaldes electos y es la segunda bancada con mayores diputados en el Congreso. La campaña de Sandra Torres ha estado enfocada en las ayudas solidarias. Tienen el apoyo de varios partidos del sistema. Si gana la UNE continuaremos creciendo económicamente al mismo ritmo mediocre que hemos crecido en los últimos 30 años.
En el caso de Semilla, hay mucho resentimiento de algunos de los miembros que rodean a Bernardo Arévalo. Hay un ataque sistemático y muy agresivo contra las empresas y los empresarios y un rechazo al capitalismo como sistema creador de riqueza. Al igual que la UNE, será un gobierno que buscará más intervención en temas económicos y sociales. Han estado promoviendo el regreso de fiscales y jueces que son prófugos y da la impresión de que harán un cambio al sistema de justicia, sesgándolo hacia sus intereses. Es verdad que el sistema de justicia se debe mejorar, pero me temo que la idea atrás de quienes están en Semilla es un sesgo al peor estilo de la Cicig, persiguiendo sólo a quienes son contrarios a sus ideas. También esperaría que económicamente caiga el crecimiento económico, ya que impondrán más regulaciones y prohibiciones de todo tipo.
S ea como sea, ambos candidatos tenderán a proponer más intervencionismo, incremento de impuestos, mayor gasto público, crecimiento de la deuda pública, ingeniería social y mucha más redistribución de la riqueza. Ninguno será suficientemente fuerte, ya que fueron pocos los votos en la primera vuelta que obtuvo cada candidato y sus partidos. A menos que hagan alianzas que pueden ser complicadas y no muy transparentes, tendrán un freno en el Congreso. Lo tiene más difícil Semilla, ya que tendrá menos aliados que la UNE. De todos modos, ninguno de los dos partidos es de la izquierda radical, ninguno es del socialismo del siglo XXI o comunista. Eso no quiere decir que no simpaticen con sus líderes, ya que en el pasado ambos candidatos se han codeado con muchos de ellos
Alguien comentaba que ahora nos vamos a la izquierda. Justo un amigo mandó un dato interesante en un chat en el que estoy. Sumó todos los votos válidos (quitando blancos y nulos) de los partidos que se consideran de izquierda, tanto en 2019 como en 2023, y resulta que el porcentaje es el mismo, 44%. La izquierda sigue teniendo los mismos votos que antes. No ha crecido. ¿Por qué entonces ahora nos toca votar por dos partidos de izquierda? Pienso que son varios factores, pero uno de ellos es por la fragmentación tan grande de los partidos que se llaman de derecha. Otro factor fue la incertidumbre causada con la eliminación de candidatos que podían estar ahora peleando el segundo lugar contra Sandra, y un tercer factor, mucha gente votó Nulo y en Blanco. El voto Nulo fue más votado que los votos que recibió Sandra Torres. Arévalo capitalizó el voto antisistema. Una segunda vuelta entre Sandra y alguien de centro o derecha le daría el voto a este último. Ahora que hay dos candidatos de izquierda, pues no sé qué pasará.