Durante décadas, los investigadores han buscado identificar las características de las empresas exitosas en donde los mejores talentos quisieran trabajar. Los cuatro denominadores comunes que fundamentan otros rasgos específicos son: autonomía, variedad, identificación concreta de tareas y retroalimentación.

Es importante conocer estas características para desarrollarlas y fortalecerlas. Veamos algunos detalles de cada una para hacerlos operativos dentro de nuestra empresa.

Autonomía. Se refiere a la libertad e independencia, a la capacidad de fijar objetivos de desempeño, horarios y estructuración de tareas, por ejemplo. Si deseas conocer la salud de tu empresa en este sentido, pregúntate: ¿Provees la oportunidad a cada colaborador de definir sus propios planes de trabajo? ¿Cada colaborador puede sugerir formas alternativas de completar sus tareas e integrarse al rendimiento colectivo? Si las respuestas son “SÍ”, vas por buen camino.

Variedad. Se refiere a la diversidad de actividades que una persona puede realizar. ¿Son todos los días iguales y rutinarios? ¿Cuántas actividades distintas puede realizar una persona en una semana típica? A los humanos nos motiva correr hacia el lado contrario de la monotonía. A mayor diversidad de tareas, mejor probabilidad de liderar una empresa saludable.

Identificación concreta de tareas. implica que el talento se aprovecha con asignaciones específicas medibles y accesibles. Nada más estimulante que tener claro lo que se espera que logremos y visualizar esa meta, incluso celebrar cuando se alcanza. La satisfacción de concluir un proyecto es adictiva. ¿Se desempeñan los colaboradores de tu empresa con base en entregables? ¿Cuántos proyectos se concluyeron durante esta semana? ¿Tiene tu equipo visibilidad de lo que esperas de cada uno y de cuál es claramente el indicador de su logro? Provee parámetros sobre los entregables y recompénsalos.

Retroalimentación. Se refiere a la capacidad de la empresa para informar periódicamente a los colaboradores sobre la efectividad de su desempeño. Este rasgo está íntimamente relacionado con el anterior, ya que remite a los KPI’s o demás indicadores que determinan si la persona está cumpliendo con los objetivos de desempeño que se esperan y en qué fase del proceso se encuentra. ¿Tienes comunicación fluida para conversar sobre los avances y desafíos? ¿Tus colaboradores saben en cualquier momento si están siendo efectivos en su trabajo? Si la respuesta es “SÍ”, tu organización goza de buena salud.

Como has notado, estas cuatro características que reflejan la salud de una empresa y atraen talento, también son exactamente las razones por las que colaboradores con iniciativa buscan emprender. Es decir, los integrantes de tu equipo buscarán estas variables dentro o fuera de la organización. La pregunta es: ¿perderás a los talentos emprendedores porque tu empresa no es tan saludable como para hacerlos sentir en casa?

En resumen, si deseas mejorar la salud de tu empresa, y liderar un equipo de alto desempeño, deberás brindar: oportunidades de autonomía, libertad o independencia, variedad de tareas y actividades, la posibilidad de que se terminen y celebren asignaciones concretas, medibles y específicas y retroalimentación constante sobre el desempeño.

Recuerda que solo un selecto 20% de emprendimientos suelen tener éxito y estas variables son predictores de eficiencia en la integración de equipos con un propósito trascendente. ¿Cómo vive tu empresa estos rasgos de buena salud?