HAGAMOS LA DIFERENCIA

Enca —100 años—

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En pleno repunte de la pandemia del covid-19, la Escuela Nacional Central de Agricultura —Enca, conocida como Bárcena— cumple cien años de fundación. Rectora de la Educación Agrícola a nivel medio, coordinadora de 19 centros agrícolas, única institución educativa a nivel medio con autonomía y presupuesto porcentual por mandato constitucional, con instrucción para ejercer en todo el país, formadora de más de 6,200 peritos agrónomos y forestales. Indudablemente ha contribuido en manera efectiva al desarrollo agropecuario y forestal del país. Con patrimonio propio y tierras tituladas a su nombre, la Enca es de las escasas escuelas con internado propio, sus estudiantes estudian a tiempo completo, combinando clases teóricas y prácticas, con tierras apropiadas para cultivos al sur del área metropolitana que funcionan como un laboratorio viviente para el aprendizaje de sus estudiantes, con infraestructura productiva agrícola, agroindustria, forestal adecuada.

' Gracias Enca por darnos la oportunidad de desarrollo, a mí en lo particular durante 3 años y al país en general en sus primeros cien años.

Samuel Reyes Gómez

El 21 de enero de 1921 —este 21 de enero, hace exactamente cien años— el presidente Carlos Herrera y Luna fundó la Escuela de Agricultura de Guatemala, mediante un contrato con el licenciado Luis Cruz Meza, de Costa Rica, que incluia la dirección de esta naciente institución y el traslado de los restos de una fallida escuela que él había fundado en ese país. En 1926, el general Lázaro Chacón crea las escuelas regionales de agricultura de Jalapa y Quetzaltenango. Con esto la escuela tomó el nombre de Escuela Nacional Central de Agricultura (Enca). Ha tenido tres sedes: La Aurora (1921-1938), La Alameda (1938-1944) y Bárcena (1944 a la fecha). En 1967 cambia de nombre a Instituto Técnico de Agricultura (ITA), al fusionársele la Escuela Forestal Centroamericana, probablemente por influencia estadounidense, manifestado en los esquemas de extensión, con el apoyo técnico y económico de la Agencia Internacional para el desarrollo AID y del Instituto Politécnico de California, y retoma de nuevo su nombre en 1986, cuando el artículo 79 de la nueva Constitución Política de Guatemala le da autonomía y descentraliza a la Enca, confiriéndole patrimonio propio. En enero de 1992 se autoriza el ingreso de mujeres a la Enca, graduándose a la fecha cerca de 400. El miércoles 20 de enero se realizará un acto conmemorativo y se sembrarán cien árboles, uno por cada promoción, para formar la “Arboleda del Centenario”. Se hará entrega, además, de la orquídea: Encabarcenia rubescens (Lindl.) Archila & Szlach, en honor de la Enca, por parte del botánico Fredy Archila.

Se publicaron dos libros históricos de la Enca: a) El libro de oro del primer centenario, escrito por la Asociación de Peritos Agrónomos y Forestales, que principiará a circular el 20 de enero, esfuerzo colectivo que compila la expresión de 65 colaboradores de 44 promociones, quienes escribieron artículos en base a sus vivencias dentro de la institución. b) Cien primaveras, esfuerzo individual del egresado Julio Hernández, un mágico libro que nos lleva por la historia a veces trágica, nostálgica, apologética, encomiástica, oportunamente crítica como lo indica su prólogo, impreso en noviembre 2020.

El 23 de enero se realizarán elecciones para elegir a la junta directiva de la Asociación de Peritos Agrónomos y Forestales. Es importante la participación de los egresados y la reflexión de a quiénes se elegirá, y oportuno informarse exhaustivamente sobre los intereses de cada una de las dos planillas: si es apoyo genuino al fortalecimiento a la escuela o intereses personales para aprovechamiento de los recursos y posiciones de la institución. Evitemos vender a la Enca por un plato de lentejas.

¡Feliz centenario, Enca! Alma máter de agrónomos y forestales. Has dado acogida a soñadores sin más discriminación que el intelecto.

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