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Entrevista de trabajo, qué hacer y qué evitar
Al iniciar el año, muchas empresas necesitan conseguir personal calificado para ocupar sus puestos. Este proceso de selección puede ser largo y engorroso, pero, de todas las etapas, la entrevista de trabajo es una de las más determinantes para la contratación. Es muy importante conocer los aspectos que más están siendo considerados en el mercado laboral actual. En una investigación de la Universidad de Harvard se concluyó que el 85% del éxito profesional proviene de haber desarrollado habilidades blandas y habilidades relacionales. Y solo el 15% proviene de habilidades técnicas y conocimientos teóricos.
' El éxito profesional está altamente ligado a las competencias y habilidades relacionales.
Brenda Sanchinelli
Las habilidades blandas están ligadas al comportamiento de la persona, a su capacidad para construir relaciones, para trabajar armoniosamente en grupos e individualmente con compañeros de diversos niveles, para gestionar situaciones, para organizar su propio trabajo y, cuando sea necesario, el de los demás. El mundo laboral es como una jungla, nunca se sabe qué esperar, por lo que se debe estar preparado para todo; la clave es anticiparse. Más allá de la elaboración del currículum vitae, hay que comprender que la manera de contestar o complementar lo que nos preguntan es muy importante.
Es importante cómo prepararse antes de la cita, considerar la fecha y hora de la entrevista; por ningún motivo llegar tarde. Es normal estar nervioso o tenso, pero si quiere causar una buena impresión, trate de controlarse proyectando seguridad en sí mismo.
Otro punto a considerar antes de la entrevista es estar bien informado sobre el giro de la empresa y el rol específico para el que se ha postulado. Es la oportunidad de convencer a los que están enfrente de que usted es la persona idónea. Es importante estar informado sobre las actividades de la empresa, tomar señales de fuentes en el sitio web, redes sociales, noticias, etc., es otra forma de mostrarse interesado y motivado.
Cuide la primera impresión; es decir, como irá vestido. En estas circunstancias, el hábito sí hace al monje. Cuidar el atuendo que vestirá hablará de la manera correcta sobre usted. Nunca elija al azar, sino estudie con antelación los colores y estilos que utilizará. El vestido expresa rasgos de su personalidad. Considere el puesto para el que está aplicando, el tipo de empresa y las condiciones climáticas. Opte por un estilo clásico y formal. Es mejor elegir colores neutros, más claros en verano y más oscuros en invierno. Y no olvide su higiene personal, cabello ordenado y limpio, y las uñas bien cuidadas. Si utiliza accesorios, que sean discretos, y es mejor evitar el perfume, ya que una fragancia no deseada para el reclutador podría afectar negativamente su juicio.
Otro aspecto importante es dominar las preguntas introductorias, prepare sus respuestas a los posibles cuestionamientos, sobre su vida personal, familiar, hobbies, trabajos anteriores, etc. No olvide llevar presente cuáles son sus virtudes y debilidades. Hable con franqueza, sin parecer extremadamente humilde o arrogante. Tampoco debe expresarse mal de sus antiguos empleadores y compañeros, o revelar secretos de la empresa para la cual trabajaba. No se muestre ansioso sobre su pretensión salarial, a menos que su entrevistador hable al respecto.
Por último, nunca mienta sobre sus datos y experiencia; tampoco debe ser muy confianzudo, hacer chistes fuera de lugar o imponerse en la conversación. Cuidado, porque con estas actitudes dará una muy mala impresión. En cambio, sea cauto y natural, para causar frente a los reclutadores un buen impacto. Recuerde, la entrevista de trabajo será una excelente oportunidad para poder mostrar sus mejores cualidades.