CATALEJO
Esbirrato giamateyero en una tormenta perfecta
Pablo Rodas Martini, brillante economista cuya capacidad le abrió paso en muy importantes instituciones internacionales, comentó la situación con la certeza y serenidad de la lejanía de diez mil kilómetros. Con dolor, expresa: “Guatemala no es sino un recuerdo, un recuerdo que revive ocasionalmente, máxime en tiempos tan dramáticos…” y lanza una dura pero cierta crítica: “la pasividad absoluta del guatemalteco es indescriptible; un rebaño de ovejas mostraría más desobediencia. Giammattei y sus aliados le han tomado la temperatura al clima popular en el país. Saben que de unas docenas de personas (o cientos a lo sumo), las protestas no pasan”. Esto ha comenzado a cambiar, lenta pero vigorosa y ampliamente, pero no llega tarde quien llega, dice el refrán…
' No sorprende a nadie la rumorada presión al TSE para lograr un cambio en la integración de la dupla del 20 de agosto.
Mario Antonio Sandoval
Como ninguno de nosotros, Martini no pudo prever la ciega locura de quienes quieren manchar los colores de la nación. La cooptación de los organismos del Estado en base al miedo, se resquebraja. Lo inició la decisión del TSE al no obedecer órdenes ilegales y emanadas de funcionarios de inferior rango. La valiente y patriótica decisión del Director del Registro de Ciudadanos, Ramiro José Muñoz Jordán —quien sólo cumplió su deber—, se abre paso en la Historia como un despertador de la esperanza de encontrar ciudadanos probos, responsables, conscientes de la ola de güizachadas nacidas de serviles dentro y fuera de un gobierno enredado en su propio laberinto fatal. Un numeroso número de entidades civiles alzan su voz. La ola contraria, crece.
El ataque a Semilla y a Bernardo Arévalo nace del imponderable de haber logrado pasar, gracias a sus porcentualmente pocos pero decisivos votos. Falló la estrategia de subir al candidato oficial Conde, por las buenas o las malas, y despertar el permanente pero dormido voto contra Sandra Torres. Ahora Giammattei se vio obligado a ordenar a sus esbirros güizacheros y prevaricadores hacer maniobras de una burla a la ley cuya magnitud los expulsa del ejercicio de la profesión jurídica, pues pocos querrán manchar su nombre al contratarlos. Se afianza la arrogancia fanática y estulta, derivada de atolondramiento y la visión nublada, se lanzan contra el país y el mundo. Pero, como dice Martini, esto cierra la puerta al fraude electoral, pues sería inocultable, por masivo.
Es una tormenta perfecta en su contra: en pocas horas, la petición pública bipartidista del senado y congreso de Washington solicitando sanciones por el “fragrante intento de socavar voluntad del pueblo”, es decir, económicas de graves efectos económico-sociales. Porras, burlándose de la visita privada del arzobispo Gonzalo de Villa, a quien recibió rodeada de compinches, ordenó informar sobre supuestas alabanzas para ella, pero él en solo dos horas derrumbó la mentira, debido a su credibilidad personal. Se suman rechazos de presidentes del TSE, las columnas de opinión, mensajes juveniles vía las redes sociales. Entre las primeras bajas resaltan los jefes evangélicos fundamentalistas y progobiernistas, cuya clientela religiosa ya comienza a mostrar molestias.
Sandra Torres será alcanzada, gracias al torpe intento de congraciarse con el evangelismo al unirse a un pastor y burlarse de la prohibición legal a quien no pertenece al estado seglar, de cualquier religión o secta. En base a acciones de esbirrato güizachesco, no se podrá llegar a la segunda vuelta ni la toma de posesión, y el Congreso elegirá a un oficialista. La Constitución morirá apuñalada por la espalda y terminarán 38 años de democracia. Tristísimo. Es imposible no recordar a José Batres Montúfar, el insigne poeta: “El brillo de tu gloria vi empañado por los traidores que tu seno encierra”… ¡Cara y desventurada patria mía! Con razón barre el polvo tu diadema. Con razón tu existencia es agonía… ¿Por qué no dejas la fatal porfía…? (terquedad, testarudez). Lo dijo hace 180 años…