CIVITAS
Esperanzas electorales y el actuar del TSE
Hace unos días, a sorpresa de muchos, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) dio marcha atrás a una serie de adquisiciones tecnológicas que buscaba implementar en las próximas elecciones. Las consecuencias de utilizar ese equipo y servicios hacían peligrar el modelo de votación que tenemos, así como el resguardo de los votos de todos los guatemaltecos. Finalmente, el TSE desistió de hacer esas compras. Sin embargo, las decisiones recientes de los magistrados de dicho tribunal pueden darnos luces de cómo será el próximo proceso electoral.
Si bien los magistrados pudieron tomar decisiones distintas, había tres caminos. Estos se decidieron por uno en particular que sienta la pauta de qué tan eficiente es la voz de la ciudadanía para fiscalizar y controlar posibles abusos del poder público, a la vez qué tan dispuestas están las autoridades de corregir sus errores ante el cuestionamiento ciudadano.
Por un lado, los magistrados hubieran podido continuar con la adquisición de sistemas tecnológicos que ponía en riesgo la custodia de los votos de los guatemaltecos y obviar las recomendaciones de varios sectores. Descaradamente seguir con las compras. Este escenario era el más desagradable y afortunadamente no sucedió. Sin embargo, quedaba duda de si era posible errar dos veces seguidas. Por eso, el segundo escenario era que los magistrados desistieran totalmente de la adquisición de sistemas que hacían peligrar el resguardo del voto e hicieran, por tercera vez, un concurso sin vicios. Esto hubiera sido el escenario óptimo, pues sí se necesita modernización y tecnología, pero no una que pueda ser utilizada para manipular el voto de millones de guatemaltecos. Entre estos dos escenarios (el peor y el mejor) está realmente el que se dio.
Si bien es positivo que los magistrados del TSE desistieran de adquirir bienes y servicios cuya implementación podía alterar gravemente la forma confiable en la que se digitan nuestros votos, aún no sabemos quién o quiénes ofertaron en los concursos restantes, ya que estas se recibieron a puerta cerrada. Una de cal y otra de arena.
' El próximo momento clave que nos dará más indicaciones de qué esperar de este TSE en el resto del proceso electoral es la inscripción de candidatos.
Christa Walters
A partir de esos escenarios podemos darnos una idea de cómo actuarán los magistrados del TSE el próximo año, pues se vienen meses electoralmente cargados. Aunque hayan demostrado no ser totalmente ajenos a las peticiones y malestar ciudadano, lo hicieron, en parte, por la cantidad de presión ciudadana que recibieron, no necesariamente por la bondad de sus corazones (como nos explica la teoría de elección pública –public choice– de la política sin romance). Esto demuestra que, de no estar pendientes, atentos y fiscalizando el actuar del TSE, bien podrían tomar decisiones apresuradas, arbitrarias o sin fundamento técnico. Como lección queda que esta magistratura, como muchos otros funcionarios públicos, se pone nerviosa cuando está en el ojo público. Por ahora, que no está totalmente perdido el TSE (aclarando que esta institución es más que solo los magistrados que lo dirigen).
No obstante, habrá que ser realistas y el próximo momento clave que nos dará más indicaciones de qué esperar de este TSE en el resto del proceso electoral es la etapa de inscripción de candidatos. La inscripción de todos los individuos que cumplan con los requisitos deberá ser indispensable, nos gusten o no como candidatos.
Por ahora es positivo que el TSE haya podido enmendar errores y se esperaría que no se cometan más, o si los hay, que se enderece el camino sin demoras injustificadas cuando la ciudadanía se los haga ver.