META HUMANOS

Estamos en riesgo de perder la libertad

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“Tras 287 días de resistencia, es tiempo de decir hasta luego”. Con esta frase, elPeriódico inicia un comunicado en donde hace constar que, debido a la persecución y a la presión política y económica que afronta, se ve forzado a detenerse y a poner en pausa su edición digital.

' Silenciar la libertad de prensa no nos conviene, nos pone en peligro y es momento de reconocerlo.

Claudia Hernández

La nota detalla el saldo evidente que los lleva a tomar esta decisión: “cuatro abogados detenidos, de los cuales dos todavía guardan prisión preventiva, seis periodistas y tres columnistas investigados por la Feci, hostigamientos a sus anunciantes y Jose Rubén Zamora, privado de su libertad, con cuatro casos penales en su contra”.

La nota no detalla el saldo a pagar por nuestro país. De eso, se ha encargado la organización mundial Reporteros sin Fronteras, quien el 3 de mayo recién pasado, publicó el ranquin mundial de libertad de prensa, en donde Guatemala ocupa el séptimo lugar de los países con menor libertad de prensa en América Latina, superado solamente por Cuba, Honduras, Venezuela, Nicaragua, Colombia y México. En un año, nuestro país pasó de ocupar el puesto 124 (en el 2022) al puesto 127 (en el 2023) de dicho ranquin.

La organización hace notar al mundo que, y cito, “en Guatemala, aunque la libertad de prensa es garantizada por la Constitución, este derecho es constantemente violado por oficiales de gobierno y políticos. Periodistas y medios de comunicación que investigan o critican temas de corrupción y derechos humanos enfrentan campañas de hostigamiento y persecución criminal”.

Si bien, como lo expresa Ricardo Trotti, miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa, “sin contenido de buena calidad, los medios de comunicación y el periodismo van camino al suicidio; sin periodismo, no habrá sociedad democrática”.

Por tanto, independientemente de lo que cada uno de nosotros pueda pensar de la labor periodística de elPeriódico, silenciarlo de la manera en que está siendo silenciado es un golpe letal para el país, pues pone en riesgo uno de los pilares para vivir en democracia: el ejercicio de la libertad de prensa.

Se nos olvida que, a lo largo de la historia de la humanidad, lo primero que han hecho los regímenes dictatoriales, sean de la ideología que sean (desde la izquierda de Ortega hasta la derecha de Trump), ha sido desacreditar, perseguir, encarcelar y silenciar a periodistas y a medios de comunicación que están en desacuerdo con ellos.

Silenciar la libertad de prensa no nos conviene, nos pone en peligro y es momento de reconocerlo. ¿Qué sociedad puede evolucionar sin cuestionarse? ¿Qué democracia puede sobrevivir sin rendición de cuentas? ¿Qué país podrá generar inversión extranjera, cuando es visto a tres peldaños de tener la misma libertad que hoy tiene Nicaragua? ¿Qué futuro se puede construir, si privan nuestro derecho de opinar, dialogar y debatir? ¿Qué país podemos heredar a nuestros hijos, si dejáramos de contar con las garantías mínimas para ejercer la libre emisión del pensamiento?

Proteger y potenciar la misión periodística —ética, profesional y responsable— debe ser un mínimo no negociable, en nuestra visión compartida para el presente y el futuro de nuestro país. Hoy más que nunca, debemos fortalecer el llamado “cuarto poder” —el de la prensa y los medios de comunicación—, para que puedan cumplir con su misión de informar e influir para bien en los asuntos sociales y políticos de nuestro país.

Termino citando la última frase escrita por elPeriódico este 15 de mayo, para que los guatemaltecos sigamos creyendo y trabajando “por una Guatemala justa y con libertad de expresión; una Guatemala en donde la democracia pueda florecer”.

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