La génesis social guatemalteca en 2023 es un imperativo. Los procesos de expansión social de la degradación de la familia tienen sus límites. Hoy, como resultado de Elecciones Generales. Cada vez resulta más difícil. Los sentimientos e impulsos en distintas comunidades marcan la crisis guatemalteca de destrucción cultural.

El predominio de políticos totalmente ajenos a la cotidianidad de familias que sin acceso a muchas partes de la vida civilizada viviendo con pocas posibilidades económicas menores a un dólar americano para un hogar de siete personas, sin acceso a salud de Estado, alimentación y estabilidad provocan la falsedad del proceso electoral de este año.

El predominio de los varones y el poco acceso de las mujeres a una igualdad de derechos garantizados en papel en la Constitución, pero imposibles en la realidad han hecho una descomposición social de grandes magnitudes evidenciadas en las migraciones, la economía informal y las acciones al margen del Estado.

El anarquismo político es más fuerte que la organización de los procesos de civilización y razones de Estado. Las poblaciones ajenas a las ciudades centrales de Guatemala perdieron su rostro, su humanidad y viven sumidas en la forma de sobrevivencia de los neandertales como lo explica magistralmente Rebeca Wragg Sykes en cuanto al amor el arte y la supervivencia de más de 350,000 años comparada con los pocos años del homo sapiens y sus tecnologías y su forma civilizada de vida.

Las familias de las ciudades descendientes de godos, merovingios, normandos, que cruzando el Atlántico ocuparon las altas esferas destruyendo culturas de los habitantes de estas latitudes. Ellos inventan lo social y lo económico de estas tierras dejando un halo de pobreza, ignorados y vejados en una servidumbre.

El agotamiento espiritual de los menos favorecidos cuyo vasallaje provoca una condición natural, una economía natural y el lento hundimiento de sus familias por servir a los señores es ignorado por los actores cuya conflictividad jurídica detiene procesos de interés para unos pocos con esa enorme manipulación de la mayoría en el solo hecho que amalgama la situación de dos mundos: el ejercicio ciudadano de votar.

Las leyes típicas de una sociedad que olvida provocaron un cambio inusitado en las elecciones y la tercera elección de la alcaldía de Mixco donde hay preocupación por lo humano y grandes falencias en aquello que para grupos miopes parece importante y que nunca fue desapercibido por el señor alcalde que contra toda encuesta de opinión alcanza holgadamente su tercer período.

Las alianzas que se provoquen en estas pocas semanas deben proteger las familias, el bienestar ciudadano y como el caso de Mixco esas interrelaciones comerciales más autárquicas y menos opresivas contrarias al escrutinio casi parejo de la ciudad de Guatemala donde el resquebrajamiento familiar frente al apoyo estructural de sus puentes y carreteras marcaron por un estrecho limite la intención del voto.

Cierro diciendo lo que repetiré hasta el cansancio: cuidemos la patria grande.