El Libro Azul de 1915 contiene la historia de los Ferrocarriles de Guatemala. A continuación, un extracto. Entre paréntesis el número de página.

Ferrocarril Central: El aumento de producción y el gran tráfico de viajeros hizo muy pronto ver la necesidad de construir algunos ramales que comunicaran la línea principal con las zonas más fértiles y productivas. En 1893 se firmó un contrato para llevar una línea que saliendo de Santa María llegara hasta Patulul, línea que se puso al servicio público el 15 de septiembre de 1897. Un nuevo contrato firmado el 1 de enero de 1901, bajo la progresista Administración del licenciado Estrada Cabrera, hizo que comenzaran los trabajos entre Patulul y Mazatenango, y el 21 de noviembre de 1903, el presidente de la República, con gran pompa y solemnidad, ponía en esa ciudad el último clavo de la línea que, a su vez, en esa fecha memorable, se juntaba con la del Ferrocarril Occidental que une a Mazatenango con el puerto de Champerico. (87)

El 21 de noviembre del año anterior se estrenó la línea que comunica la estación de Palo Gordo con San Antonio Suchitepéquez. Otros muchos ramales se proyectan y algunos están ya en obra de diferentes partes de la vía. Tampoco debemos olvidar el tramo que une la capital con el Guarda Viejo, donde la Compañía tiene un hermoso jardín que, sobre todo por lo frecuentado que es en los días domingos, hace el encanto de los paseantes a dicho lugar. (87 y 89)

Los trenes de Guatemala a San José recorren una distancia de 74 millas y una fracción, y de la dicha ciudad a la de Mazatenango, 114 millas. El tren al Guarda Viejo recorre dos y un octavo millas. (89)

Desde hace algún tiempo se ha sustituido el carbón y la leña por el petróleo crudo para la calefacción de las máquinas, obteniéndose con este procedimiento excelentes resultados. (89)

El Ferrocarril Central enlaza los departamentos de Amatitlán, Escuintla, Suchitepéquez y Guatemala. El de Escuintla es rico en maderas de construcción, en frutos del trópico y en plantas medicinales, y cuenta hoy en día con muchas y muy valiosas haciendas de ganado y fincas de café y caña. Son célebres las aguas del Purulate por sus mágicos efectos para la curación de las enfermedades reumáticas y como espectáculo hermoso de la naturaleza se encuentra la gruta de San Pedro Mártir, que es el objeto de la admiración general; hay minas de oro y plata, pero no se han hecho experiencias en este ramo, sino las que muy a la ligera practicó Don Roberto McDonald, sin resultado efectivo. (89-90)

El de Amatitlán, célebre en un tiempo por la producción de la cochinilla, hoy produce especialmente azúcar y café. Constituye su mayor encanto el precioso lago de su nombre, donde se encuentran las mojarras y pepezcas muy apreciadas en el arte culinario. Como en el departamento anterior, hay aguas termales de excelentes condiciones curativas. La estación de Palín, que llama la atención de los viajeros por la gran cantidad y buena calidad de frutas que allí se expanden, es digna de mencionarse porque cerca se encuentra la instalación de la planta eléctrica que proporciona la luz en la Sección del Sur de la capital y en otras poblaciones del tránsito… (89-90).

El de Suchitepéquez, que produce, como los anteriores, café, caña de azúcar, cacao, etc., es notable por la gran cantidad de cortezas y raíces de gran utilidad para la tintorería… (89-90)