PLUMA INVITADA

¿Fiesta cívica?

|

En ocasiones para mí es necesario observar el comportamiento de la sociedad para tratar de conjeturar sobre algún fenómeno o proceso en particular.

' ¿No sería más fácil no prometer tantas cosas ni tener comportamiento populista?

Patricia Muñoz Meza

Así que desde siempre me ha llamado la atención el proceso electoral y ahora al parecer, esta fiesta cívica se ha convertido más bien en un show mediático, un reality electoral, digno de estar en las redes sociales (lastimosamente los likes para ser válidos tendrán que materializarse en las papeletas electorales).

Este tan mediatizado, mercadeado y bastante surrealista proceso electoral creo debería ser estudiado, pues el atípico número de partidos políticos (más de 20) presentes en la elección han generado unas variopintas papeletas de votación, que más bien parecen un cartón para jugar lotería y, sabiendo que Guatemala generalmente cuenta con una clase política bien definida que ahora parece aplicar aquello de “no hay que guardar todos los huevos en la misma canasta”.

Entonces para investigar trayectoria de tanto candidato y saber si son “idóneos” falta tiempo y no únicamente leer extractos de sus hojas de vida, pues cada quien necesita sacar conclusiones propias.

Además, al observar, podría suponer que algunos de los integrantes de la clase política “no están” tomando en serio a los electores (su razón de ser), más bien parecemos ser un instrumento para llegar al poder y, como para legitimar el poder político los ciudadanos somos indispensables para así continuar llamándonos sociedad democrática.

¿Entonces, si la población electora solo somos un instrumento para llegar al poder, podríamos denominar a este proceso electoral como “electorero”? Con todo el respeto que la clase política me merece, ya que al parecer el fin justifica los medios a utilizar y, me recuerda cuando una persona entra a una tienda para ver un producto que llamó su atención y, mientras mira el producto, el vendedor hasta se hace llamar por su nombre de pila, únicamente habla maravillas del producto en cuestión, pero después de facturado, y peor aún si el cliente va a reclamar por algún desperfecto del producto, ni quiere atenderlo y menos recuerda la garantía, así al igual que con el producto, cada cuatro años nos eclipsan con planes de trabajo, que generalmente no cumplen o cubren solo parcialmente y, luego inician las protestas del pueblo, las manifestaciones públicas y sectoriales. Esto se viene repitiendo cada cuatro años, que hasta parece que vivo dentro de la película El día de la marmota.

Ahora me pregunto, ¿no sería más fácil no prometer tantas cosas ni tener comportamiento populista venga de derecha o de izquierda? Hay que ser concisos, analíticos y directos, para así trabajar realmente por un pueblo que pide a gritos un cambio y la resolución de sus problemas en los ámbitos salud, seguridad, institucional, laboral, ambiental, educativo, etc. y, que necesita frenar la corrupción en todos y a todos los niveles ya que esta ha permeado en nuestra sociedad, que hasta parece normal y lógico que exista.

Por otro lado, llegar al anhelado poder presidencial y a los más de 4,000 puestos de elección popular entre diputaciones, alcaldías, etc. (fuente: Prensa Libre 17 de febrero 2023), es solo el principio, pues a partir del triunfo electoral, inicia el verdadero camino, si es que realmente desean trabajar por nuestra Guatemala y, ojalá así sea.

Por eso ciudadanos candidatos, que los planes de gobierno sean reales, que tengan el sustento para realizarlos, basta de bla, bla, bla, porque a “las palabras se las lleva el viento”, pero yo agregaría, los hechos son la historia de los pueblos.

ESCRITO POR: