En una de las noticias más importantes la semana pasada, el Ministerio de Economía anunció que se había superado la meta trazada para este año de US$1.5 millardos de inversión extranjera directa, llegando a los US$1.631 millardos al 7 de octubre. Este esfuerzo impulsado por el Gobierno de Guatemala, desde el Ministerio de Economía y otros ministerios que están apoyando este gran trabajo de acelerar la inversión, es un logro que nos debe enfocar en seguir promoviendo indicadores medibles y cuantificables en las instituciones públicas.

Sin lugar a duda, se están haciendo cosas diferentes, la iniciativa Guatemala No Se Detiene, impulsada por el Gobierno de Guatemala, la Municipalidad de Guatemala y el sector empresarial, es un esfuerzo sin precedentes. Nunca en la historia democrática del país se había visto una coordinación tan importante alrededor de un mismo propósito, incrementar la generación de más y mejores oportunidades de inversión que generen oportunidades para los guatemaltecos.

Estamos claros de que el fin último de cualquier política económica y social coherente debe transformarse en una mejora en las condiciones de vida de la población. En este caso, más trabajos formales. La inversión extranjera directa reportada hasta ahora como una proyección por parte de las empresas, no debe confundirse con el cálculo que reportará a principios del próximo año el Banco de Guatemala, que claramente tiene un rezago en el cómputo final. El dato proyectado del Ministerio de Economía podría generar casi 84,861 nuevos empleos directos y 48,958 empleos indirectos en nuestro país, un objetivo claro en el camino correcto.

Convenciones como la que se llevará a cabo esta semana en Antigua Guatemala, con el Foro Forbes en Español, que reunirá a más de sesenta ponentes y expositores internacionales para debatir sobre los asuntos más críticos para el crecimiento económico y el avance de la región, se suma a otros eventos como el Foro Innovación y Crecimiento que se llevará a cabo el 11 de noviembre en Puerto Barrios, un espacio para fomentar los ecosistemas de crecimiento de la ciudad portuaria.

Ahora bien, ¿qué nos falta como país para que este trabajo coordinado se traduzca en mayor prosperidad? Tenemos tres grandes áreas donde tenemos que seguir avanzando: mejorar el capital humano hacia la formación de inglés y programación, que ya se está haciendo pero que todavía es insuficiente para la demanda de trabajos que tiene el país en sectores de servicio; aumentar la formación bruta de capital fijo, especialmente en infraestructura productiva, algo que países como República Dominicana lo han comprendido bien (invierten 31% de su PIB, a diferencia de Guatemala que apenas invertimos el 16%) y fortalecer la certeza jurídica, en donde la digitalización del cien por ciento de todos los procesos del Estado deben ser la gran meta a lograr. En este tema particular el Gobierno puede acelerar los procesos de registro para productos farmacéuticos o alimenticios, que otorga el Ministerio de Salud, a través de la Dirección General de Regulación Vigilancia y Control de la Salud.

Reducir la pobreza y aumentar la urbanización en el país es posible si todos trabajamos por generar mejores condiciones donde las oportunidades económicas y el desarrollo social ayude a mejorar las condiciones en las que viven hoy muchos guatemaltecos. Se tiene una propuesta, se tiene un plan de acción que permitirá aumentar la inversión; ahora es urgente seguir trabajando para lograr más y mejores resultados.