Está por concluir este terrible y mortal 2021 con dolorosa y sorpresiva experiencia sufrida que ha golpeado profundamente a guatemaltecos y demás habitantes del mundo, dejando huellas de llanto, dolor, tristeza, pesar y eterno sufrimiento familiar, por la sorpresiva y trágica muerte de millones de seres queridos, ahora ausentes del amor y calor familiar, sepultados sus restos mortales en fríos y tristes cementerios, pero disfrutando sus almas de la bella y única patria celestial que ilumina diariamente nuestra existencia.

Los corazones golpeados profunda y severamente por la dolorosa partida de sus seres queridos ignorarán y estarán ausentes de las tradicionales celebraciones hogareñas cristianas de fin de año, dedicando su tiempo a expresar profundas y sentidas oraciones que continuarán palpitando en sus vidas para todo un futuro, con necesidad de absoluta paz, amor, unión, confianza, proyección y calor humano de sus parientes y amigos que continúan acompañándolos afortunadamente hasta la presente fecha.

Quienes han tenido la dicha de no experimentar en su familia tan sentida experiencia provocada por esta horrenda pandemia que continúa abatiendo a los habitantes de la tierra, deberán conmemorar estas festividades entre familiares, en paz y respetando la obligada protección, mientras quienes gustan de estas celebraciones colectivas tendrán que evitarlas con responsabilidad, en beneficio directo de sus vidas, familiares y amistades.

Todos debemos rogar diariamente al Todopoderoso escuchar las desesperadas y angustiadas voces de todos los buenos humanos para que muy pronto alumbre un nuevo sol, seguro, luminoso y radiante, que permita cambiar tan agobiante panorama, menos pobreza, trabajo, alimentos, amor, paz, unión, industria, progreso, ayuda médica a niños desnutridos, aportes a gente inválida y necesitada, así como evitar odios, rencores, enemistades, envidias, desamores, incomprensiones y muchos males que queman las almas de los chapines.

Ojalá que también con la partida de esta actual y repudiable crisis, insisto, se larguen o reciban pronto castigos penales autoridades, diputados, jueces, magistrados, adinerados, poderosos, criminales, extorsionadores, ladrones de millones de dinero que pertenecían al pueblo y demás abundantes mafiosos, nacionales y extranjeros, cuyos recursos económicos deberían emplearse en beneficio de gente pobre y millones de niños enfermos, sin enseñanza, alimentos, desarrollo y, lo peor, abusados por padres, familiares y amigos, quienes también deberían ser procesados y condenados a prisión.

Los guatemaltecos valientes, honrados y trabajadores urgen que el Gobierno y sus autoridades apliquen las leyes con mucho rigor, por supuesto, con absoluta legalidad, pues el tiempo ha y seguirá transcurriendo con abierta libertad, como sucede desde hace muchos años en Guatemala, por falta de valientes ciudadanos.

¿Hasta cuándo será? Se ignora. Esperamos que pronto, porque ya se han registrado manifestaciones y protestas de ciudadanos honrados, muchos de quienes han sido golpeados y encarcelados.