REGISTRO AKÁSICO
¿Hay Bilderberg nacional?
En los pasadizos de un laberinto con callejones sin salida, con terminaciones en salas vacías, discurren las invitaciones a las reuniones del Club Bilderberg. Todo lo que se discute y se acuerda en esas reuniones es secreto. Los organizadores describen al orden del día sin votaciones ni consensos. El ocultamiento al público se justifica como la Chatham House Rule, o sea, quien cuente lo sucedido será señalado de chismoso. El club se formó para intercambiar las posiciones y conocimiento entre expertos en política, tecnología y militarismo sobre temas de interés para la hegemonía de EUA y Europa.
El cementerio de Praga, de Umberto Eco, se queda chiquito frente a esta orgía de intereses escondidos. En la última reunión, del 18 al 21 de mayo, se reunieron en Lisboa Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo; Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea; los primeros ministros de Dinamarca, Finlandia y Países Bajos. Actuales o pasados representantes de Google/Alphabet, Pfizer, la empresa desarrolladora de ChatGPT, Deutsche Bank, Goldman Sachs, banca Wallenberg, British Petroleum, Total Energies y Shell, entre otras muchas empresas poderosas conocidas por la élite.
También asistió el general Jens Stoltenber, comandante de la Otán; representantes de la CIA, MI6 británico, DGSE de Francia, National Security Council, así como representantes de la nobleza europea cercanos a órganos de inteligencia. Un grupo de patrocinadores financieros de medios de comunicación como Ana Botín, directora del Grupo Santander, acusada de favorecer a grupos políticos izquierdistas y secesionistas; el director del Grupo Planeta, otros ligados a The Economist, el fundador de Pay Pal, etc.
' Los enemigos de la verdad escogen a la sombra para actuar y rehuir la denuncia de su maldad.
Antonio Mosquera Aguilar
Quienes se juntaron tienen una imagen de China e India, así como de la guerra de Rusia contra Ucrania. A los participantes en estas reuniones se les acusa de no sentir ninguna compasión ni repugnancia por la guerra. Al contrario, se les sindica de aceptar el enriquecimiento por las crisis, la violencia mundial y el lucro con los medicamentos. También se ocuparon de obtener información de primera mano sobre el sistema bancario mundial y los problemas de liderazgo de EUA.
Aglomerar los intereses y lineamientos de la política europea es complicado. No se puede esconder la reunión de ejecutivos, altos funcionarios electos y no electos, así como líderes financieros y de la comunicación. Cuando la estatura geoestratégica de un país no es tan alta, como los países de Centroamérica, son segundones quienes realizan esas juntas. No consiguen publicidad, pues ni siquiera la junta de Bilderberg es mencionada en gran parte de la comunicación social establecida. Pero los conciliábulos deciden recorte de los derechos de libertad de la palabra y pensamiento. Niegan aspiraciones al ejercicio pleno de la ciudadanía. Cercan los procesos por medio de vocerías oficiales e imponen mordaza a testigos de primera mano. Bloquean la fluidez institucional, como sabotean la integración de los tribunales de justicia. Hasta se creen con derecho a dar órdenes bajo cobertura de algún funcionario importante, de un país fuera del istmo.
Hay otros clubes de Bilderberg cubiertos por la sombra, pero, de la misma manera, actúan para sojuzgar el derecho de los pueblos a la libertad. Muchos calificarán estas afirmaciones como conspiranoia. Lo que no se puede negar es el deterioro de la democracia. Así como la ocupación de los cargos por politiqueros corruptos para facilitar los designios de dominación. El problema para la denuncia con pruebas es la agilidad del secretismo.