DESARROLLO DE PAÍS

Inflación e inflación importada

|

La inflación de cada país es producto principalmente del manejo macroeconómico del país, mientras que la inflación importada es el impacto causado en los precios de los productos y servicios donde, en este caso, Guatemala no es el actor responsable del aumento en los precios internacionales del petróleo y de varias materias primas de alto consumo.

' La invasión de Ucrania hizo que el petróleo aumentara de precio en porcentajes y en valor absoluto.

José Santiago Molina

El año 2020 inició con precio internacional del petróleo Brent en US$65.68 por barril. Cuando inició la pandemia en Guatemala, a mediados de marzo del 2020, el precio era alrededor de US$33 por barril, llegando a US$20 a mediados de abril y cerrando ese año en US$51. Durante el 2021 tuvo movimiento al alza, llegando a finales de año a US$77.49 el barril. Este año, al 24 de febrero, costaba US$94.46, cuando Rusia inició la invasión de Ucrania. Ya para el viernes pasado llegó a US$112.12, habiendo transcurrido dos semanas desde el inicio de la invasión.

La reducción de precios en el año 2020 se dio porque la pandemia del covid-19 obligó al mundo a cerrar vuelos internacionales, a la industria no esencial y otras medidas de restricciones que causaron que el consumo de petróleo en el mundo se redujera drásticamente. Poco a poco se fue abriendo el mundo, por lo que de septiembre a diciembre se fue acomodando el precio a lo que establecía la oferta y la demanda. El 2021 fue un año de recuperación económica en muchos países del mundo, por lo que la demanda de petróleo aumentó, y la oferta no, sobre todo en Estados Unidos, con las políticas “verdes” del recién estrenado gobierno encabezado por Joe Biden. Desde enero de este año se rumoraba lo de la invasión de Rusia a Ucrania, lo cual hizo que el petróleo aumentara de precio en porcentajes y en valor absoluto no previsto.

En Guatemala se vendía el diésel a Q14 el galón y a Q17 la gasolina súper en los meses de precio más bajo del Brent en el 2020, mientras que en la semana pasada se vendió a Q36 el galón de diésel y a Q38 la gasolina súper. Estos precios reflejan el movimiento de precios del petróleo en el mercado internacional, por lo que los precios actuales son responsabilidad de la oferta y demanda del mercado y no de las empresas que procesan el petróleo y comercializan los combustibles, ni del Gobierno.

En el 2021, Guatemala tuvo crecimiento económico del 7.5% e inflación de menos del 4%. Los Estados Unidos, la potencia económica número uno del mundo, no corrió con datos similares, ya que la inflación casi llega a doble dígito y el crecimiento de la economía fue de 5.7%. El 2022 presenta escenarios más complicados en ambos países, porque en ambos el impacto del precio del petróleo por la guerra provocada por Rusia y los precios de las materias primas principales, como cereales y aceites vegetales y varios más, hacen que los precios del transporte y los productos terminados se incrementen.

¿Qué se puede hacer en Guatemala para que el precio de los combustibles no suba más? Contrario a lo que algunos precandidatos presidenciales dicen en sus discursos —campaña anticipada, por cierto— y a lo que algunos actores de los movimientos sociales indican en sus redes sociales, parte de la solución es que el Congreso de la República reduzca impuestos al petróleo y combustibles, que se consuma menos en el país —buscar verdaderos ahorros en cada usuario— e incentivar con legislación adecuada la explotación petrolera en el país. No nos dejemos sorprender por quienes siempre quieren desestabilizar el país echándole la culpa al Gobierno y a las empresas del giro de combustibles. Los grupos desestabilizadores, empezando por los que hurtan energía y que usan los fondos para capacitar a sus bases en contra del capitalismo y la democracia, son a quienes debemos observar en su actuar.

Guatemala saldrá adelante si la gran mayoría entendemos la realidad y apoyamos las soluciones.

ESCRITO POR: