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Izabal, un Caribe diferente
La próxima semana se llevará a cabo un evento muy importante para promover el turismo interno, que además de ayudar a la reactivación económica del pujante y pintoresco departamento de Izabal y sus importantes lugares turísticos, tiene como objetivo exaltar las bellezas poco conocidas del caribe guatemalteco. Hay tanto que decir de este espectacular y paradisiaco departamento, que es complicado describir en tan poco espacio lo mucho que tiene para ofrecer.
' En Guatemala deben promoverse las bellezas naturales y el turismo interno.
Brenda Sanchinelli
Río Dulce, Lívingston y su costa, son lugares que evocan gran encanto y curiosidad, sobre todo sabiendo que forman parte del Caribe, sinónimo de mar cristalino, arena blanca, sol y relax. Lo que distingue a la región de Izabal es una mezcla de cultura y exótica naturaleza, única en todo el país.
Desde hace algunos años, Izabal desarrolla una oferta turística interna que tiene como objetivo la valorización del medio ambiente y la promoción de la cultura local. En esta zona, donde se ubica un gran tramo de la costa del Océano Atlántico en Guatemala, conviven mayas, mestizos y garífunas, en una interesante fusión de etnias, todas aderezadas con un estilo de vida puramente caribeño.
La ruta, que va desde el lago Izabal conduce a Lívingston, pasando por Río Dulce, convertido en un Parque Nacional muy sugerente, que ofrece valiosas vistas: grandes cañones que rodean un agua color esmeralda, canales naturales y vegetación tropical que recuerda la exuberancia de la región amazónica. Y luego está Lívingston, el corazón de la cultura garífuna, y principal centro turístico de la costa caribeña. Río Dulce, es la puerta de entrada al Caribe, con un pequeño pueblo, ubicado en el extremo oriental del lago Izabal, que alguna vez fue una zona fronteriza, que controlaba el tráfico marítimo que se dirigía hacia el interior desde la costa del Caribe, y viceversa. Prueba de ello es la fortaleza del Castillo de San Felipe, que se encuentra a tres kilómetros al oeste del gran puente. Construido en 1652 para evitar que los piratas saquearan las aldeas junto al lago, destruido varias veces, la fortaleza es ahora la principal atracción turística de Río Dulce.
Pero Río Dulce es principalmente un punto de paso obligatorio para quienes llegan de regiones del interior y desean llegar a Lívingston y la costa caribeña. Donde se pueden tomar lanchas privadas para llegar, y cuyo recorrido es muy placentero. Para quienes vienen desde la ciudad de Guatemala por tierra hasta Puerto Barrios, pueden desde allí tomar un ferri a Lívingston.
En el camino de Río Dulce a Lívingston, hay mucho por descubrir. Los cauces del río se entrelazan entre sí formando un denso laberinto y sugerentes estribillos. Justo en la desembocadura de uno de estos afluentes, el río Lampara, se encuentra, perdido en el bosque, un curioso eco-hotel una perfecta modalidad que combina un gusto refinado con el respeto por el medio ambiente.
Punta Manabique es un tramo de mar interesante, además de ser una reserva natural que incluye una gran zona pantanosa poco habitada y muy variada desde el punto de vista naturalista. Es una oportunidad de caminar por las playas vírgenes del Caribe, y de ir entre densos manglares, en busca de cocodrilos e incluso manatíes. En la Expo Caribe 2021 se expondrán todas las bellezas naturales que mencioné, la gastronomía, folclor, música y artesanías de Izabal. La muestra turística se realizará del 4 al 6 de junio, donde ustedes podrán transportarse al corazón del caribe guatemalteco, sin moverse de la capital de Guatemala.
Quiero ofrecer una disculpa ya que, en mi columna de la semana pasada sobre la importancia de Jerusalén, por un lapsus omití escribir que es Belén, el lugar donde se encuentra la iglesia de la Natividad.