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La adhesión de Finlandia y Suecia a la Otán

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Finlandia y Suecia han anunciado su solicitud oficial para ser miembros de la Otán, acción que significa una derrota moral para Rusia. Los dos países escandinavos han decidido romper su neutralidad histórica, frente a una Rusia cada vez más amenazante.

Aunque esta petición podría ser interpretada por Putin como una provocación más, la guerra con Ucrania podría limitar, por el momento, cualquier rango de acción rusa en otros contextos. Intervenir en estos países hoy no sería sostenible para el Kremlin, ni militar ni económicamente. Por lo tanto, las reacciones probablemente se centrarán en el frente político.

La decisión de Finlandia y Suecia se originó por el peligro que se corre al no ser parte de la Otán. La invasión rusa a Ucrania fue un evento perturbador que provocó un cambio radical en la visión de no contar con el apoyo de un grupo fuerte a la hora de un conflicto, y solo tenerse que conformar con un soporte indirecto. Armas, municiones e inteligencia.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo tanto del Gobierno como de los partidos de oposición. Y lo más importante es que las poblaciones de ambos países están a favor de unirse a la Otán. Después de la invasión a Ucrania, más del 70% de los finlandeses y más del 50% de los suecos han manifestado su deseo de adherirse a la Alianza.

' Finlandia y Suecia han solicitado formalmente su ingreso en la Alianza Atlántica, poniendo fin a su neutralidad.

Brenda Sanchinelli

Esta unión es estratégica en este momento. Por un lado es un factor disuasivo, ya que nadie se atrevería a atacar a un país de la Otán, sabiendo que las 30 naciones que la conforman le responderán, y tres de ellos (EE. UU, Reino Unido y Francia) poseen alto poderío militar. Por otro lado, es reconfortante saber que si un país pretende atacarlos habrá vastas fuerzas, estructura y recursos listos para intervenir en su defensa de manera inmediata. Sucede que, según el artículo 5 del Pacto Atlántico, un ataque contra un país de la Alianza equivale a un ataque contra el conjunto, por lo que todos los miembros (actualmente hay 30) deben responder juntos a la agresión.

Se cree que la solicitud de estas dos naciones será atendida muy rápidamente, ya que ambos países cumplen con la mayoría de los criterios requeridos, lo que abre un procedimiento, que debería finalizar con su entrada en la Alianza Atlántica. Sin embargo, es muy probable que Turquía “no dirá que sí” a la entrada de Suecia y Finlandia. Aun así, hay probabilidades de negociar. De lo contrario, esto podría detener el proceso, ya que la decisión debe ser unánime. Una serie de etapas codificadas preceden al ingreso en la organización político-militar, creada en 1949 para garantizar la seguridad y la defensa colectiva de sus miembros, pero solo después de un examen de ingreso muy restrictivo y más o menos largo.

Después de que un país haya decidido unirse, los miembros de la Otán deben acordar invitarlo a entrar al grupo. Además del dictamen favorable unánime, el ingreso está sujeto a una serie de requisitos. En el caso de Suecia y Finlandia, ya han establecido relaciones muy estrechas con la Alianza, habiendo participado en misiones en los Balcanes, Afganistán, Irak, así como en numerosos ejercicios conjuntos. Los países miembros de la UE, Suecia y Finlandia, también se beneficiarían de la cláusula de defensa mutua prevista en el artículo 42-7, que los cubre durante el proceso de ratificación de su pertenencia a la Otán.

No debe olvidarse que la guerra en Ucrania la lanzó Rusia, entre otras cosas, también para frenar la ampliación de la Otán. Por lo tanto, el movimiento de Helsinki y Estocolmo podría provocar nuevas reacciones adversas de la parte rusa. Tanto más, ahora que ambos países se preparan para formalizar la solicitud de adhesión.

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