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La coronación del rey Carlos III

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Para las personas que nacieron después de 1953, seguramente será la primera vez que tengan la oportunidad de ver la transmisión en vivo de la ceremonia de coronación de un rey británico. Ya que la investidura de Isabel II, aunque fue el primer evento de este tipo, sucedió hace más de 70 años. Aun así fue seguido por más de 27 millones de espectadores. Mañana llega el turno para su hijo, Carlos III, y se espera una audiencia de 4.500 millones.

' Mañana se coronará al rey Carlos III y se espera que la transmisión en vivo tenga una audiencia de al menos 4.500 millones.

Brenda Sanchinelli

Carlos III y Camilla serán coronados, ocho meses después de la muerte de la reina Isabel II. Las coronaciones se han llevado a cabo en la Abadía de Westminster durante más de 900 años, en una ceremonia que es una mezcla de simbolismo religioso y constitucional.

Los reyes viajarán en el carruaje estatal Jubileo de Diamante de Isabel II, un vehículo mucho más moderno y cómodo que el utilizado por la reina para su coronación. Carlos usará la corona del Estado Imperial hecha para la coronación del rey Jorge VI, en 1937, mientras que en lo que respecta a las túnicas, por regla general se hacen nuevas para cada coronación, con la excepción de la supertúnica y la túnica real.

También se utilizarán las insignias de coronación y otros objetos usados tradicionalmente para este acto. El conjunto incluye tanto las coronas que llevarán los reyes en su gran día como otros objetos históricos, el frasco dorado que contiene el aceite sagrado con el que el rey será ungido y la cuchara que se utilizará (el objeto real más antiguo); el anillo del rey, con zafiros, rubíes y diamantes (creado en 1831 para la coronación de Guillermo IV); el globo terráqueo y los cetros que llevarán Carlos III y Camilla. Todo esto se conserva en la Torre de Londres.

El arzobispo de Canterbury oficiará la ceremonia, lo ungirá con el óleo sagrado y colocará la corona de San Eduardo sobre su cabeza, nombrándolo oficialmente como el rey Carlos III. El monarca ocupará la llamada “silla de coronación”, con el cetro y el bastón del soberano, un antiguo símbolo de su poder sobre la nación británica y el mundo entero en nombre de la cristiandad.

Camilla tendrá el título de reina, sin la etiqueta de “consorte” con la que la casa real británica comenzó a referirse a ella tras la muerte de Isabel II. Fue la propia reina quien, unos meses antes de su muerte, expresó el deseo de que su nuera acompañara a Carlos III con el título de reina, y no como “princesa consorte”.

Todos los miembros de la familia real británica tendrán roles representativos en el acto, participando en la procesión de carruajes encabezada por el rey y la reina. El príncipe George, hijo de William y segundo en la línea de sucesión, será el paje del rey.

Tan solo asistirán dos mil personas —en comparación con las ocho mil que asistieron a la coronación de la reina Isabel II hace 70 años—. La novedad de esta época es que la familia real británica ha invitado a jefes de Estado y casas reales extranjeras. No hay cifras oficiales sobre cuánto le costará la ceremonia al gobierno británico, pero se estima que podría costar más de cien millones de libras.

Después del acto en la abadía de Westminster, los reyes y la familia real desfilarán por las calles de Londres hasta el palacio de Buckingham, donde subirán al balcón para saludar al público. La tarde siguiente, el castillo de Windsor será el escenario del concierto de coronación, un espectáculo en el que participarán artistas internacionales de la talla de Andrea Bocelli.

Aunque para muchos el reinado de Carlos III será de transición, es un evento que genera gran expectativa a nivel mundial, por sus tradiciones, ceremonias y simbolismos que datan de hace siglos y hacen de la monarquía británica un bastión para el mundo entero.

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