PLUMA INVITADA

La indiferencia moral

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Las preocupaciones, en el lenguaje de Ortega y Gasset, son debido a que desde el Señor presidente, Estado, Organismo Judicial y el Pleno de magistrados del Honorable Congreso de la República de Guatemala han violentado en lo que a cada uno está a su alcance la Constitución, La Ley Orgánica de la Universidad de San Carlos de Guatemala y sus estatutos para favorecer las decisiones del poder de turno, ya que esta última tiene injerencia en los problemas nacionales.

' Me impresiona la inmoralidad que se da incluso aun mayor de aquellos con menos formación o ajenos totalmente a ella.

José Miguel Argueta

El proceso sigue en dos vertientes el Consejo Superior Universitario en su mayoría apoyando un proceso viciado que gasta a manos llenas recursos del presupuesto ordinario de ingresos de la nación sin que se vean reflejados en la sociedad guatemalteca.

Por otra parte, la minoría del Consejo Superior Universitario, los claustros académicos, estudiantes callados por la indiferencia de la mayoría de los integrantes del alma mater. Al hipostasiar el término Universidad de San Carlos de Guatemala el mismo se hace ajeno a los acontecimientos actuales.

El señor presidente, egresado del alma mater que ahora es vulnerada, junto a los agentes de poder se manifiestan ajenos a esa comunión que debe haber entre profesores, estudiantes, egresados haciendo que las fuerzas de disgregación actúen libremente ya sea en recintos extrauniversitarios y la oposición en las calles sabiendo que existen rivalidades frente a un interés común que resolvería los asuntos primarios de la República de Guatemala de cara a las elecciones del año 2023.

La voz griega καύχημα, presumir, jactarse es aquella con la cual unos y otros presentan su presunta autosuficiencia e insolidaridad de raíz haciendo hechos fatuos como los del día de la autonomía o los de la quema del diablo vulnerando el sentido de esa tradición guatemalteca en un problema académico, político a través de fuerzas disgregantes de uno y otro lado del problema de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Me impresiona la inmoralidad que se da incluso aun mayor de aquellos con menos formación o ajenos totalmente a ella. Al tolerar esas acciones por parte de sus actuales autoridades, profesores y egresados han puesto la primera piedra para su disolución salvo que pueda darse un camino a la comunidad universitaria en que se ceda a la inmoralidad de unos y otros trascendente por décadas y no objeto de este conflicto y se permita la reapertura del campus, la libre docencia y reconociendo cada uno su participación en el conflicto en aras de su resolución.

El tolerar una y otra cuestión abandona cualquier principio de recuperación del alma mater y que solo puede resolverse en la autonomía de sus facultades y la integración a las mismas de la Escuelas No Facultativas y los Centros Regionales por medio de la ampliación que la Constitución de la República otorga al Honorable Congreso de la República de Guatemala.

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