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La política exterior a seis meses de la administración de Arévalo
La administración de Arévalo tiene que lograr acuerdos de nación con ambos partidos políticos de EE. UU.
La victoria política del actual presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, en las elecciones pasadas del 2023 fue una sorpresa para todos. Significó el voto por una oferta política distinta o que refleje un cambio a la clase política tradicional. A seis meses de la alternabilidad en el poder Ejecutivo se puede identificar que la diplomacia juega un rol primordial, pero ¿cómo puede ser de utilidad para los guatemaltecos?
Si entendemos la diplomacia como una herramienta para alcanzar objetivos e intereses comunes entre distintas naciones y no como un fin en sí mismo, puede presentar una oportunidad importante para el país. La relación de Guatemala con Estados Unidos pasa por uno de sus mejores momentos en las últimas décadas. Aproximadamente 20 años atrás, Guatemala tuvo un hito en la relación con Estados Unidos con la firma del tratado de libre comercio que ha significado un desarrollo de industrias exportadoras de gran impacto económico para el país, convirtiendo a Estados Unidos en su principal socio comercial.
El comercio global, así como la dinámica de poder internacional, ha cambiado desde esos 20 años y ahora es un buen momento para replantear cómo se ve el futuro de la interacción económica de Guatemala con el mundo, y tener una alianza fuerte con la principal potencia comercial del mundo puede ser aprovechado por el país.
La posición geográfica y geopolítica de Guatemala está a su favor para el desarrollo de una política comercial más agresiva con su principal socio comercial.
La posición geográfica y geopolítica de Guatemala está a su favor para el desarrollo de una política comercial más agresiva con su principal socio comercial. El interés de Estados Unidos en tener cadenas de suministros más cerca de su mercado, así como también el incentivo a trasladar fábricas ubicadas en China a Latinoamérica, es una oportunidad que la administración guatemalteca puede aprovechar. Esto, agregado a un componente de seguridad estratégica, al ser Guatemala uno de los aliados más estables con Taiwán, mientras que las inversiones estratégicas de China con control en infraestructura global aumentan en los países latinoamericanos (como el nuevo puerto en Perú).
Traer inversión extranjera al país también ha sido señalado como una de las prioridades del Gobierno, y para ello, poder capitalizar sobre la posición estratégica del país, puede significar la creación de nuevas plazas de empleos, lo cual respondería a una de las principales exigencias ciudadanas en materia de expectativas a la nueva administración.
La administración de Arévalo tiene que lograr acuerdos de nación con ambos partidos políticos de Estados Unidos para construir una visión compartida a largo plazo. México ha sido un país que ha aprovechado la atracción de inversión extranjera y reubicación de fábricas provenientes de China en su plaza. La proximidad con México y convertir a Guatemala en una plaza de ingreso para el resto de Centroamérica es un potencial reconocido por el gobierno en la política nacional de atracción de inversión.
Las expectativas ciudadanas son altas, el deseo de cambio que motivó a la población a votar por algo distinto a la clase política se traduce en desesperación por ver cambios prontos y concisos. Si el gobierno de Arévalo utiliza las herramientas de la colaboración entre distintos países para materializarlas en cambios sustanciales podría atender esa expectativa. El ingreso de Guatemala a la Asociación Americana para la Prosperidad Económica (The Americas Partnership for Economic Prosperity) puede ampliar las herramientas de colaboración comercial y diplomática. Tener una estrategia es el primer paso, y luego, contar con una táctica robusta para alcanzarla.