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La simbología y origen de la Pascua

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La Pascua es un tiempo muy especial que se celebra en todo el mundo, tanto por cristianos como por judíos, pero con diferencias significativas. En la Pascua cristiana celebramos la resurrección de Jesús, mientras que en la Pascua del pueblo hebreo recuerdan su liberación de Egipto, luego de 400 años de esclavitud. El término Pascua proviene de la palabra hebrea pesah, que significa pasar. Mucho antes del advenimiento de Jesús, de hecho, el pueblo israelita celebraba esta fiesta, como uno de los episodios más importantes narrados en el Antiguo Testamento.

' Ambas religiones se reúnen para conmemorar y recordar el mismo día, diferentes hechos y motivos durante la Pascua.

Brenda Sanchinelli

El relato cuenta que, para convencer al faraón de liberar a los judíos de la esclavitud, Dios había enviado nueve terribles plagas que devastaron Egipto, pero a pesar de esto, el soberano insistía en mantenerlos prisioneros. Dios, entonces, envió una última plaga mortal, pero antes de desatar su fuerza advirtió a Moisés (el Libertador) que todas las familias judías tendrían que sacrificar un cordero macho, asar la carne y comerla con hierbas amargas. Además debían marcar el umbral de sus casas con la sangre de este animal, así se librarían de esta última plaga, salvándolos de la ira de Dios.

Esa misma noche, por tanto, Dios envió la última plaga sobre Egipto, matando a todos los hijos primogénitos que dormían en casas no marcadas por la sangre de cordero. Después de esta terrible tragedia, el faraón accedió a dejar ir al pueblo hebreo. Esta es la razón por la cual la religión judía celebra la Pascua. Pasando de la pascua judía a la pascua cristiana, la pregunta es: ¿cuándo comienza a existir una fiesta cristiana de pascua? Después de la muerte y resurrección de Jesús, la comunidad cristiana primitiva continuó celebrando durante cierto período la Pascua con los judíos, pero, en cierto momento, los apóstoles sintieron que debían, más que recordar los hechos del Éxodo, la muerte y resurrección de Cristo, de la cual habían sido testigos algunos años atrás.

Todos estos elementos (el cordero, la sangre, muerte, etc.) fueron recogidos por la tradición cristiana. Sin embargo, la Pascua representa el momento en que Jesús derrotó a la muerte y se convirtió en el Redentor (por lo tanto, Salvador) de la humanidad, liberándola del pecado original.

Esta es la fiesta más importante del cristianismo, incluso aún más que la Navidad. Jesús también era judío y estaba celebrando la Pascua, cuando fue traicionado por Judas Iscariote, arrestado y enviado a morir en la cruz. Los sacerdotes del Sanedrín acusaron a Jesús de compararse con Dios, y este era un crimen punible con la muerte.

Al momento de haberlo expuesto ante el pueblo, Poncio Pilato pudo haberlo salvado, pero “se lavó las manos” (expresión que hoy se utiliza para manifestar indiferencia ante una injusticia latente), y la multitud lo condenó para llevarlo a la cruz. La Pasión de Cristo fue un dolor indescriptible, donde el Hijo de Dios fue burlado, azotado y obligado a cargar la cruz de madera al lugar donde más tarde sería asesinado. El viernes del período de pascua (que se convirtió en el Viernes Santo) Jesús murió para pagar por los pecados de toda la humanidad.

La tradición de decorar huevos se remonta a los primeros cristianos que los pintaron de rojo para recordar la sangre de Cristo y los decoraron con cruces y otros símbolos. El simbolismo del huevo es evidente porque de este viene la vida, que a su vez se asoció con el renacimiento de Cristo y, por lo tanto, con Semana Santa. La pascua cristiana celebra el regreso a la vida terrena de Jesús, un evento que marca la derrota del mal, la cancelación del pecado original y el comienzo de una nueva existencia, que esperará a todos los creyentes después de la muerte.

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