CIVITAS
La visita de la vicepresidenta
Las expectativas, ya sea positivas o negativas, tienen un efecto sobre nuestra percepción del futuro. En la esfera política pueden ser un arma de doble filo. En las últimas semanas, las expectativas entorno a la visita de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, a Guatemala fueron incrementando y su arribo al país puede resultar en ánimos de esperanza o desilusión para el futuro.
' Con el interés de EE. UU. en la región y en Guatemala, hay que hacer de la colaboración entre ambos países eficiente, para que el resultado sea un gana-gana y no uno de suma cero.
Christa Walters
Cuando el presidente Biden encargó a la vicepresidenta Harris el asunto migratorio del Triángulo Norte en marzo, la atención se dirigió a identificar las causas fundamentales de la migración para encontrar respectivas soluciones. Esto no es una tarea fácil, en realidad es altamente complicada, puesto que las causas de la migración son multidimensionales y las soluciones requieren grandes esfuerzos duraderos. No obstante, el liderazgo de la vicepresidenta y su voluntad por atender el asunto ha generado altas expectativas. Por parte de Washington, la expectativa es que la vicepresidenta logre, al menos, poner en marcha una estrategia para abordar el asunto migratorio. Para los guatemaltecos, la expectativa se resume en saber con quiénes se reunirá y qué temas obtendrán mayor atención durante su visita. Sin embargo, lo que deberíamos considerar es, de la amplia gama de asuntos que EE. UU. quiere abordar, ¿dónde están esos puntos en común que deben priorizarse en la agenda de ambos países?
Seguramente la vicepresidenta ya conoce muchos de los problemas que aquejan al país y que generan que los guatemaltecos, así como muchos otros centroamericanos, emprendan el viaje hacia Estados Unidos de forma irregular. Durante su visita a Guatemala, probablemente también escuchará muchas propuestas que son urgentes para enfrentar los diversos problemas del país. Sin embargo, cuando todo es urgente, nada es prioridad. Por esto, es necesario que se prioricen cuáles son las áreas que requieren de mayor consideración por parte de los guatemaltecos. Si bien la atención que Estados Unidos le está dando al Triángulo Norte y en especial a Guatemala es valiosa geopolíticamente, también es valiosa para que nosotros, los ciudadanos, reflexionemos sobre cuáles son los asuntos en los que, obligadamente, debemos consensuar para poner en marcha acciones que lleven a Guatemala en un camino de prosperidad y desarrollo. La visita de la vicepresidenta estadounidense no hará que el país cambie de un día a otro, eso dependerá de la voluntad de actores locales que estén comprometidos en fortalecer las instituciones guatemaltecas.
Ahora bien, no basta con dejar en claro cuáles son las prioridades en las que debemos enfocarnos, también es importante dejar a un lado la búsqueda de los reflectores y realmente trabajar por el bienestar de nuestro país. Hay que estar alerta de quienes quieran ganar protagonismo u obtener ganancias personales. Algunos solo quieren la notoriedad, mientras que otros van detrás de posibles fondos de cooperación sin efectivamente aportar algo al desarrollo del país.
La visita de la vicepresidenta Harris a Guatemala levanta diversas expectativas, algunas se cumplirán, mientras que otras probablemente no. La cuestión es que ella estará en el país un día y unas cuantas horas, mientras que la mayoría de nosotros estaremos acá una vida. Por eso, debemos delimitar qué asuntos son los prioritarios para evitar caer en una senda de graves retrocesos como varios países alrededor nuestro. Con el interés de EE. UU. en la región y en Guatemala, hay que hacer de la colaboración entre ambos países eficiente para que el resultado sea un gana-gana y no uno de suma cero.