CON OTRA MIRADA

La víspera

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Después de ocho semanas, llegamos a la víspera de la segunda vuelta para escoger al binomio que gobernará los próximos cuatro años. Lapso en el que destacaron valores humanos opuestos.

Por un lado, la dignidad del pueblo expresada de tres maneras: a) 40% que se abstuvo de votar, evidenciando la falta de credibilidad en las instituciones y su vergonzoso manejo de los últimos gobiernos. b) 17.39% que votó nulo, rechazando el sistema mañosamente impuesto para la presente campaña electoral. c) Confianza en que el sistema funcione y sea respetada su expresa voluntad a favor de un partido que durante la actual administración se desempeñó con profesionalismo y capacidad que pocos apreciaron, que representó el 11.78% de los votos, colocando al Movimiento Semilla en la segunda ronda.

Y por el otro, la bajeza de grupos de poder desde diferentes instancias: 1. Los efímeros puestos en la administración pública que permiten el enriquecimiento ilícito en detrimento del bien común. 2. Asociaciones empresariales como Cacif, que por perversidad de administraciones pasadas cogobiernan “legalmente” para su exclusivo beneficio. 3. Sindicatos que dejaron de cumplir su función gremial. 4. Otros grupos identificados como cuerpos ilegales y aparatos clandestinos de seguridad incrustados en la administración pública. Es decir, conjunto de individuos que a pesar de los esfuerzos por su erradicación, luego de reconocer públicamente sus pecados contra la Nación, en Sept2017 se juntaron en el denominado Pacto de Corruptos. Montón de apátridas, responsable de lo que está sucediendo y está por suceder en el contexto del actual proceso electoral, con plena ausencia de valores cívicos, éticos y morales, disfrazado de legalidad al amparo de la cooptación de las instituciones, sin máscara ni maquillaje. Grupos de poder que cada cuatro años escogen a quienes les representarán en la contienda y que, una vez electo cualquiera de ellos, actuará como su capataz de finca.

' Cada paso en falso que dieron dejó al descubierto su desmedida ambición porque sus ventajas no mermen.

José María Magaña Juárez

En esta oportunidad, al no pasar a segunda vuelta los candidatos previstos decidieron embestir la decisión popular a favor del Movimiento Semilla. Sin embargo, cada paso en falso que dieron dejó al descubierto su desmedida ambición por que sus ventajas no mermen. Privilegios que se autorrecetaron a partir de la renuncia del presidente Árbenz (27Jun1954), cuando un pequeño sector del actual Pacto de Corruptos, integrado por terratenientes, militares e industriales, se unió bajo la bandera del anticomunismo, que hoy sigue blandiendo en “defensa” de la Nación y que aseguró al siguiente mes, con la designación al cargo del coronel Carlos Castillo Armas. En otras palabras, casi 70 años de abuso absoluto del poder con pocas excepciones. Acciones que cayeron una a una y que, contra lo esperado, fortalecieron la identidad y determinación popular.

La candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza sistemáticamente ha desempeñado muy bien su papel y representado de la mejor manera a sus patrones, quienes actúan de la única manera que saben hacerlo, sin argumentos ni capacidad, con la fuerza del poder y el amparo de la ilegalidad institucionalizada. Grupos que se han esforzado en no dar educación al pueblo, como tampoco salud, vivienda, infraestructura y calidad de vida, pensando que con eso también amedrentarían y vetarían la dignidad, pero se equivocaron.

El 25 de junio pasado, los guatemaltecos dijimos ¡Ya basta!

De entre las voces alzadas, tomo la de una estudiante de la Usac: “Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”. Invito a quienes se abstuvieron y anularon en la primera vuelta a que se sumen a la fiesta cívica de mañana.

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