CON OTRA MIRADA

Luz al final del túnel

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Las elecciones generales convocadas para el domingo pasado estuvieron plagadas de incertidumbre y desconfianza por el actuar del Gobierno, del sistema e instituciones cooptadas. Fue un proceso viciado desde donde se vea: inscripción de personas con problemas legales, falta de idoneidad y por no inscribir a candidatos incómodos a sus intereses. La violencia prevista en algunos municipios contó con presencia policíaca, en donde fue notoria la prepotencia de algunos candidatos, particularmente a la alcaldía, y su desmedida ambición por ganar, acarreando personas desconocidas para la población que, sin embargo, aparecen inscritas en el padrón electoral. Circunstancia que desnuda el eficiente trabajo en convivencia, de años atrás, entre políticos marrulleros y funcionarios públicos venales.

' En particular, el 40% de abstencionistas, salga a votar.

José María Magaña

Desde el inicio del conteo de votos fue notorio el fracaso de las encuestas, difíciles de entender, que elevaron a los primeros puestos a personas desconocidas, pasando por candidatos sin la calidad que los cargos requieren y competidores vedados por la ley que las autoridades de los tres poderes del Estado, por acción u omisión, avalaron vergonzosamente. El grupo dominante, corrupto desde su creación, ha dirigido el país a su conveniencia. Ignora a la población, impulsa a sus candidatos de siempre para cumplir la función de siempre a quienes, siguiendo el guion de la comedia, brinda protección institucional. En el actual proceso creó zozobra e incertidumbre, en tanto propició y dio vía libre a campañas negras en contra de candidatos que inspiraron credibilidad y simpatía en la población y desdeñó a otros.

Ante el aparente escenario de no tener por quién votar, el voto Nulo se alzó con el primer puesto, con el 17.39%, hecho que confirma el hartazgo de la ciudadanía ante el infame actuar de quienes han gobernado los últimos 69 años —de 1954 para acá—, cuando, al amparo de la Guerra Fría, señalaron de comunista al presidente Jacobo Arbenz, con la consecuencia conocida que, en manos de sus dueños, la finca llamada Guatemala no llega a ser país.

La mayor sorpresa la dio uno de los candidatos desdeñados por el sistema, Bernardo Arévalo de León, quien alcanzó el segundo lugar (11.78%), dando paso a competir con Sandra Torres (15.86%) en la segunda vuelta, a celebrarse el 20Ag2023. Arévalo actualmente preside la bancada del Partido Movimiento Semilla en el Congreso de la República, que durante la actual legislatura ejerció su oposición ante el obsceno actuar de una mayoría cooptada por el oficialismo, haciendo propuestas y presentando iniciativas de ley que, por llano ninguneo, fueron ignoradas.

El rechazo a la derecha fue expresado con claridad. Para la segunda vuelta confío en que la mayoría de ciudadanos, entre votantes nulo, en blanco y, en particular, el 40% de abstencionistas, salga a votar, pues el resultado dejó entrever una pequeña luz al final del túnel. Auguro que será un voto masivo y contundente, que no deje lugar a duda de hacia dónde debemos caminar con el objetivo de rescatar al país del bochornoso deterioro al que la corrupción lo ha llevado. Seguir haciendo lo que hasta ahora hicimos no es una opción para Guatemala, sino para quienes se aferran a su derechismo y ahora, convenientemente, pretenden convencer de que son la panacea.

En ese contexto, hago mía la rica descripción de un vecino, quien se identifica como @VicGarciaNou, sobre lo acontecido: “Esos de la cantaleta de que su Guate se va a convertir en otra Venezuela tuvieron 70 años para convertirla en otra Dinamarca y se dedicaron a saquearla hasta convertirla en otro Haití”.

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