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María Eugenia Gordillo y su legado en la Hemeroteca
La periodista María Eugenia Gordillo ha dejado la dirección de la Hemeroteca Nacional tras más de 21 años y 6 meses de servicio. Ella merece todos los reconocimientos posibles por su entrega absoluta a esa institución, la excelencia en su trabajo y la honestidad y transparencia con que siempre se desempeñó. Es una de las pocas funcionarias que puede salir de su puesto con la frente en alto, sentando un precedente de que cuando se trabaja con principios éticos todo es posible.
' Gracias, María Eugenia Gordillo, por su incansable trabajo y legado que ha dejado en la Hemeroteca Nacional.
Brenda Sanchinelli
Sin duda deja un gran vacío que será difícil de llenar porque, con una trayectoria impecable y su gran experiencia en este ramo, hizo de ese centro patrimonial documental un sitio agradable y amigable, sobre todo para las nuevas generaciones, estableciendo un programa de reconocimiento del periodismo nacional. Dejando para siempre su huella y su toque personal en nuestra legendaria Hemeroteca.
María Eugenia ha hecho un incansable trabajo cultural en esa institución, una tarea poco conocida por el público en general, pero de enorme importancia histórica, cuyo fin ha sido conservar documentos que guardan más de 200 años de la historia de Guatemala, que pueden encontrarse únicamente en la Hemeroteca. Gracias a su entusiasmo y tenacidad logró fortalecer la amistad y la cooperación entre Guatemala y otros países como México, España, Argentina, Austria, Alemania e Italia, en beneficio de ese importante recinto.
Desde que tomó la dirección de la Hemeroteca se dio a la tarea de que se mejoraran las instalaciones, esmerándose, sobre todo, en la preservación y ordenamiento de los documentos. Su entrega y pasión a la institución es perceptible a simple vista cuando se ingresa a las instalaciones. Gracias a la dedicación y trabajo de María Eugenia, Guatemala posee una hemeroteca considerada la mejor de Centroamérica. Parte de su entusiasmo la llevó a gestionar ante los diferentes gobiernos de turno que se destinaran fondos del presupuesto nacional a la institución. También debe reconocerse que uno de los grandes apoyos que recibió en su gestión fue de la Asociación Amigos de la Hemeroteca, que pagó en ocasiones sueldos de trabajadores y también hizo mejoras a la estructura física del emblemático lugar.
En el pasado mes de agosto, esta extraordinaria mujer de 84 años recibió la Orden del Quetzal en el grado de Oficial, como un reconocimiento a su incansable tarea para recopilar y guardar la historia del periodismo escrito nacional. Durante toda su trayectoria recibió muchos premios y reconocimientos nacionales e internacionales, pero lo más lindo que he escuchado es que alguien la llamó la “centinela del periodismo”.
Pionera e innovadora en todo lo que emprende. Fue la primera mujer cronista deportiva en Guatemala, al trabajar en Prensa Libre, y la primera dama en laborar en el recordado diario El Imparcial. Irónicamente dijo adiós a su amado trabajo el 30 de noviembre, día del periodista.
María Eugenia se ha jubilado, llegó su momento de tomarse un poco de tiempo para sí misma, pero siempre el recuerdo de su liderazgo, creatividad y entusiasmo iluminará los silenciosos recintos y perfumará con ese aroma a libros antiguos todo el ambiente de la Hemeroteca Nacional Lic. Clemente Marroquín Rojas, porque ella representa para muchos que tenemos el honor de conocerla y contar con su amistad “el deber ser”.
Esperemos que la remuneración por su arduo trabajo de tantos años llegue pronto a sus manos, para que pueda tener tranquilidad en su bien merecido retiro, considerando que es una dama independiente que espera solventar sus gastos por sí misma, como siempre lo ha hecho.