CRITERIO URBANO
Medidas deben fomentar la responsabilidad individual
Ya empezaron algunos que seguramente pueden darse el lujo de trabajar desde su casa y seguir recibiendo ingresos, a criticar que las medidas decretadas por el Ejecutivo para prevenir el covid-19 “no fueron suficientes”, y aunque todavía las tiene que aprobar el Congreso de la República, para muchos, especialmente en sectores ya bastante golpeados como la industria hotelera, de restauración, del ocio y el turismo en general, las restricciones son un golpe letal. Es más, municipios como Antigua Guatemala, Panajachel y Flores, que viven del turismo, están desesperados porque sus habitantes no tienen ingresos para sobrevivir.
' Bajar la curva de contagios es una tarea de todos.
Juan Carlos Zapata
A esto, sumémosle que 80% de la población económicamente activa no tiene acceso a seguro social. Un país donde el 60% de la población vive por debajo de la línea de pobreza no se puede dar el lujo de cerrar más y contraer sus ingresos. Hay personas que viven del día a día y que ya de por sí las restricciones les van a representar costos enormes de transporte y movilidad, al verse contraído aún más el transporte público.
Es de reconocer que la única forma en que todos los países han empezado a regresar a cierta normalidad es vacunando a la mayor cantidad de su población. Por eso es fundamental que se aceleren los procesos para reducir la edad permitida y que todo guatemalteco por encima de 18 años esté ya vacunado. Y luego, hacer todo lo posible como país para conseguir vacunas que se puedan poner a jóvenes entre 12 y 18 años.
Incrementar el número de puestos de vacunación en departamentos que van más rezagados como Alta Verapaz, Totonicapán y Quiché, donde se ha vacunado a menos del 15% de la población meta, son lugares donde se requieren más vacunas y mejor comunicación, para hacerle consciencia a la población de que debe vacunarse. Aunado a esto, es importante comenzar a pensar cómo la iglesia católica y evangélica, pueden ser un apoyo crítico en comentar sobre los beneficios para las personas de haberse vacunado.
Estoy consciente que la vacuna es una decisión personal y que, como tal, cada uno debe hacer lo que considere correcto para su propio cuerpo, pero lo importante es que tengan la oportunidad de escuchar la evidencia y de tomar una decisión mejor informada sobre los beneficios de estar vacunado. Si usted no se ha vacunado, piense en su familia, en las personas que seguramente lo van a extrañar mucho si les falta.
Fomentemos mayor responsabilidad personal, respecto a las medidas que cada persona o familia puede tomar ante el covid-19, porque probablemente vamos a seguir por lo menos dos años, con una situación complicada. No esperemos que el Gobierno tenga que resolvernos la vida.
Un país donde en la estructura tributaria apenas el 4% de los ingresos se refiere a impuesto sobre la renta de personas físicas, en comparación con un 9% en América Latina o un 24% en los países de la OCDE, el Gobierno tampoco tiene los recursos para mantener a tantas personas, si les reduce su movilidad para poder ir a trabajar y ganarse la vida.
Apoyemos en lo que podamos a los médicos y salubristas, así como al personal de primera respuesta, que han sido los grandes héroes durante esta pandemia. No minimicemos los efectos negativos en la salud del covid-19, por lo que si conocemos a alguien que no se ha vacunado y ya está en la edad permitida para hacerlo, ayudémoslo a tomar la mejor decisión y definitivamente en estas épocas en que se acercan los cierres de ciclos escolares, no fomentemos la participación en fiestas, recordemos que la variante delta está ya impulsando hospitalizaciones de niños en varios países.