Bajo este cuadro vivimos en Guatemala, que algunos países como USA pretenden enderezar. Esto es una ampliación de lo tratado en la columna anterior, con los problemas territoriales y con los sociales, como el caso del covid, que lleva 280.507 contagios y 8,694 muertos. Actualmente llevamos el 1% de la población vacunada, pero tenemos el caso de las áreas rurales que siguen sin saber qué hacer. “Fuera de la capital: “Pocas vacunas y poca información provocan pocos vacunados” (PP).

Además de los problemas territoriales, padecemos los problemas de los narcos y sus efectos, como los que sucedieron el 6 de febrero de este año, cuando se intentó investigar unas pistas clandestinas de aterrizaje del narcotráfico en San Luis, Petén, cuando 400 personas reclutadas por el narco, les cerraron el paso. Según un reporte policial, lanzaron piedras a los vehículos y quebraron las ventanas, cortaron las llantas con machetes. La turba impidió que avanzaran y los mantuvo cautivos hasta las 8 de la noche”. (PL)

Y tenemos el caso de la migración ilegal hacia EE. UU. continúa, pues se ha convertido en un negocio para los narcotraficantes, que ahora instrumentalizan a los migrantes para sus negocios. Amnistía Internacional (AI) ha investigado los crecientes problemas a los que se ven enfrentados los migrantes ilegales que pasan por México. “Está el caso de la matanza de 72 migrantes irregulares, recientemente, por asesinos que utilizaron formas brutales y metódicas, y fueron asesinados” * (BBC).

Esta es la eterna historia que Guatemala sufre, con la sangrienta irrupción de carteles dirigidos por mexicanos, que constituye el capítulo más reciente de un círculo vicioso de violencia y fracaso institucional. Pues Guatemala está en la mitad del camino entre Colombia y Estados Unidos, lo que la convierte en una de las intersecciones más concurridas para las drogas ilícitas como la cocaína, quienes entran por aire, tierra y mar. De ahí siguen a México, camino a Estados Unidos.

Con una población empobrecida y subempleada que es una buena fuente de reclutas para los narcos, las autoridades guatemaltecas decomisaron durante los primeros cinco meses de 2021 más de tres mil kilos de cocaína, según estadísticas del Ministerio de Gobernación, el valor de los narcóticos incautados fue estimado en más de 388.63 millones de quetzales (alrededor de US$50.34 millones).

Y seguimos con el problema de las pandillas y la delincuencia común, que florecen bajo las mismas condiciones que les permiten a los narcos operar con flagrante impunidad. Con fuerzas policiales desmoralizadas, un sistema judicial que suele ser objeto de intimidaciones y corrupción y una población que desconfía de las entidades encargadas de aplicar la ley. “Con el reclutamiento de menores a través de las redes sociales para el cobro de extorsiones desde las cárceles o trasiego de armas”. (PL )

De nuevo tenemos la delincuencia de las maras MS-13 y 18st, las cuales han pasado de un comportamiento delincuencial a una agresividad criminal, que florecen bajo las mismas condiciones que les permiten a los narcotraficantes operar con flagrante impunidad, ante un sistema judicial que suele ser objeto de intimidaciones y corrupción). Las maras son una una organización internacional de pandillas criminales cuyas actividades incluyen: violación, narcotráfico, extorsión, contrabando de armas, secuestro, robo y asesinatos por encargo, entre otras.