CATALEJO

Político boliviano habla del “paradictatorialismo”

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“Los corruptos no hacen buena gestión. Gobiernos sin fiscalización de prensa libre, oposición efectiva y mecanismos institucionales, abusan, se corrompen y liquidan a sus pueblos”. “Habrá elecciones, y todo depende de la responsabilidad política de los líderes. Si no hacen un frente adecuado y se presentan fraccionados, como ocurrió en Bolivia, y cuando se dio el fraude reconocieron el triunfo de inmediato, consolidándolo”. Son palabras del político boliviano Carlos Sánchez Berzaín, quien habla de los gobiernos “paradictatoriales”, aquellos donde hay algo de democracia, pero los presidentes han puesto sus gobiernos al servicio de las dictaduras. Estos conceptos pueden ser aplicados a Guatemala, con algunas diferencias necesarias de señalar.

Aquí solo hay pseudo “líderes” politiqueros autonombrados; no hay partidos serios, sino agrupaciones electoreras, pero coinciden con el gobierno en su sorda batalla contra la prensa independiente. Las instituciones y sus mecanismos son simples obedientes y no deliberantes de las órdenes del integrante no electo de la pareja presidencial. Sánchez Berzaín señala el caso de su país, donde los supuestos opositores se apresuraron a reconocer al actual gobierno, engendrado por un fraude. En su opinión, la gente latinoamericana, la clase media, no está ideologizada, sino pide salud, educación, trabajo para dar un mejor futuro a sus hijos. Al no tenerla, los chapines se van mojados a Estados Unidos.

En Guatemala está, es directo y es recto el camino a la dictadura, sin apoyo popular. Bukele ya lo es, pero goza de ese apoyo. Ortega casi todos los días rompe alguna libertad, y el mando de su mujer, una casi sacerdotisa vudú, la hizo agregar a sacerdotes católicos a la lista de perseguidos , además de los opositores políticos, ONG de todo tipo, hasta la Academia Nicaragüense de la Lengua. Ni siquiera le importa la falta del tácito apoyo empresarial local y de otros países del istmo, cuyas élites económicas solo pensaron en beneficios económicos cortoplacistas, no en los efectos negativos por aliarse con un protodictador, hoy “graduado con honores”. El camino fácil de la corrupción desbocada impide a quienes la aplican darse cuenta de la gravedad de sus acciones.

' Señala apoderamiento de las instituciones y sugiere frente común contra el oficialismo. Aquí es imposible lograrlo.

Mario Antonio Sandoval

Las entidades estatales ya cooptadas han tomado en pocas horas decisiones descorazonadoras: permitir la participación de doña Sandra; dar arresto domiciliario a Baldizón; informar de otra orden de captura —innecesaria porque ya está prisionera— a Virginia Laparra, exjefa de la Feci en Quetzaltenango; contratar para obras públicas a empresas cuestionadas; gastar en cursilerías absurdas, como el himno al TSE y a la SAT, uno de ellos directivo de la iglesia de Cash Luna; poner los oídos sordos a la petición de los jóvenes atletas chapines para poder competir internacionalmente, porque quieren hacerlo por su país, lo más importante para ellos; anular una multa de 50 mil dólares al PAN, propiedad del candidato oficial Manuel Conde. Y así suma y sigue…

En esa realidad, la “elección” del Congreso para ampliar el período de Shirley Rivera (una de las causantes de la tragedia de los atletas guatemaltecos) y la integración mayoritaria de gente de Vamos, demuestra a la oposición cuál es su única posibilidad: votar en bloque y sistemáticamente contra toda ponencia y presentar críticas en el pleno, convencidos de la inutilidad ante la nefasta aplanadora oficialista, exigir la constancia en acta de sus posiciones solo con el fin de no pasar a la historia como los agachacabezas de sus compañeros. Como lo predice el boliviano Sánchez Berzaín, si todo les falla en la elección y hay denuncias, esta gente se apresurará a aceptar esos resultados.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.