La ciudad de Guatemala ha sido elegida como la segunda urbe más cara para vivir de América Latina, según The Economist. En el 2016, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, alcanzaba un estimado de 4.703,865 habitantes para el 2018, lo que la convierte en el área urbana más poblada y extensa de Centroamérica, considerando el Área Metropolitana.

El tema del ordenamiento territorial en el país está tradicionalmente orientado a la gestión municipal. Las municipalidades disponen de instrumentos de ordenamiento territorial y planificación urbana, como los planes reguladores y planes de ordenamiento territorial.

Desde la perspectiva nacional, el Plan Nacional de Desarrollo K’atun, Nuestra Guatemala 2032, es un avance importante en la materia; intenta abordar las nociones de ordenamiento territorial y planificación urbana, lo que se refleja en las políticas públicas nacionales.

Aunque la economía se reactivó en el país, la emigración en Guatemala persiste aún por el nivel de desigualdad existente, donde se ha desarrollado un urbanismo des-socializado por las oligarquías, reflejado en la pobreza que se manifiesta en la migración de Guatemala, que tiene 1.117,355 emigrantes, lo que supone un 6.6% de la población (ONU).

Hay más de 1.5 millones de guatemaltecos en EE. UU. que aún corren el riesgo de perder la vida, pues van tras el sueño americano. Hay quienes han logrado burlar el control de la “migra”, y son el pilar de la economía de sus familias y de nuestro país. En el ranquin de emigrantes, se está en el puesto 99 de los 195 de los migrantes que viajan principalmente a Estados Unidos. El número de migrantes guatemaltecos ha aumentado en 36,635 personas, un 3.39%, con las políticas urbanas del uso del suelo, y las actividades urbanas, con tendencias de crecimiento vertical del sector económico.

El aumento de las vías legales fuera del sistema de asilo es esencial, como lo es el anuncio de la administración de Biden de que triplicará a 20,000 el número de refugiados de América Latina y el Caribe que Estados Unidos admitirá en los ejercicios fiscales del 2023 y 2024. WOLA reconoce la necesidad de aumentar las vías legales para la migración y mejorar la cooperación para abordar los actuales flujos migratorios a nivel regional.

Sin embargo, las medidas para restringir aún más el acceso al asilo en la frontera de EE. UU. y para externalizar las funciones relacionadas con la migración y la protección a México y otros lugares sugieren que en lugar de trabajar para crear un sistema de recepción en la frontera que respete los derechos y la administración, Biden sigue dando prioridad a la aplicación de la ley y a la disuasión a expensas de la seguridad y el bienestar de las personas migrantes vulnerables que buscan protección. Con el aumento de las vías legales fuera del sistema de asilo, como es el anuncio de la administración de que triplicará a 20,000 el número de refugiados de América Latina y el Caribe.

La cooperación continúa con otros países de la región a través del marco establecido en la Declaración sobre Migración y Protección en Los Ángeles también es vital. En el Foro Económico Mundial, en Davos, se estableció que los líderes deben atender las necesidades inmediatas y críticas de la población y, al mismo tiempo, sentar las bases de un mundo más sostenible y resiliente para finales de la década.