DESARROLLO DE PAÍS
Realidades de Colombia y de Brasil
Del 27 al 29 de septiembre tuve la oportunidad de estar en Cartagena, Colombia, en la XX Conferencia Internacional sobre Palma de Aceite, donde asistimos 2,200 personas. La Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, institución del sector productivo colombiano fundada hace 60 años, llevó a cabo el evento. Estuvo muy bien organizado y la contribución de cada conferencia es muy positiva para la productividad agrícola e industrial y para asuntos de sostenibilidad y comercialización. Colombia es el mayor productor de aceite de palma en América y cuarto en el mundo, con producción de alrededor de 1.6 millones de toneladas por año en un estimado de 550 mil hectáreas de cultivo. Guatemala es el segundo mayor productor de América y sexto del mundo, con un estimado de un millón de toneladas de aceite en 2022 en solo 184 mil hectáreas de cultivo. En ese evento tan importante e interesante tuve la oportunidad de conversar con varios amigos, colegas y técnicos colombianos cuya inquietud principal apuntaba al gobernante Gustavo Petro y su ministro de la Defensa, Iván Velásquez.
Están muy preocupados porque para nadie es secreto el idealismo de Petro. Fue un guerrillero del M19 y ya al frente del gobierno desafortunadamente lo que sale a luz en sus decisiones políticas es su idealismo. Escudado con una sombrilla de lucha contra la corrupción, sigue una línea de trabajo similar al de Hugo Chávez en Venezuela. Ven con preocupación cómo el ministro de la Defensa va quitando altos mandos en el Ejército y en la Policía, y a la vez hay avances en invasiones a propiedad privada en algunas partes del país.
' Están muy preocupados porque para nadie es secreto el idealismo de Petro.
José Santiago Molina
Sin embargo, pude darme cuenta en la televisión local que ya Petro tiene manifestaciones serias en contra de lo que viene haciendo. Es el típico caso de prometer en campaña una cosa y a la hora de ejercer el cargo hacer otras. Los colombianos que eligieron a Petro en apenas dos meses se están dando cuenta de que quien jamás ha producido y solo cuenta con ideales ya los lleva por el camino equivocado. Colombia saldrá adelante cumpliendo con buscar el bien común, respetando las funciones de las instituciones y promoviendo el desarrollo, sin atropellar a nadie dentro del marco de la libertad. Se dará el desarrollo en un estado de Derecho donde las oportunidades las encaminen hacia la creación de riqueza y así cada día tendrán menos pobreza. Con Petro van al revés.
Por otro lado, en Brasil los resultados de las elecciones del 2 de octubre son muy interesantes. El partido político del gobernante Jair Bolsonaro, calificado por la oposición y por algunos medios de comunicación como de ultraderecha, quien en mi opinión es simplemente un hombre que ejerce su mandato recuperando instituciones y fortaleciendo el derecho a la vida, a la libertad y la propiedad privada, creando un marco de oportunidades para el desarrollo de su país, logró obtener más escaños (100) que en la actual legislatura y más senadores electos afines a Bolsonaro (20 de 27) del tercio que se elige este año (son 81 en total).
Ese resultado, más el de gobernadores electos, le permite al proyecto de los conservadores tener más espacio político que el de los afines a Lula da Silva (el que inició el Foro de Sao Paulo en 1990 con Fidel Castro, fue presidente de Brasil dos períodos consecutivos y fue encarcelado por corrupción por casi dos años hasta que fue liberado hace tres años). Lula ganó la primera vuelta, pero en la segunda vuelta el gobernante Bolsonaro cuenta con el apoyo de varios gobernadores, incluidos los de Sao Paulo, Rio de Janeiro y Minas Gerais, los más poblados del país.
La razón y el sentido común necesitan de la representación adecuada en los gobiernos. Es visible el daño que le han hecho a América Latina los castro chavistas o socialistas del siglo XXI.