Familias en paz
Salud financiera del hogar
“Cuida de los pequeños gastos, un pequeño agujero hunde un barco”. Benjamín Franklin
Luego de varios años brindando consejería matrimonial y familiar identificamos que uno de los principales focos de conflicto, separación y divorcio es el mal manejo de las finanzas. Se cumple el dicho que el amor une y el dinero los separa, cuando no se tiene sabiduría para administrarlo.
Tener una familia implica el desafío de sufragar los gastos básicos de alimentación, vivienda, salud, educación, vestuario y transporte. En muchos casos, los gastos sobrepasan los ingresos, para lo cual los padres de familia recurren a la deuda, principalmente con tarjetas de crédito; un mecanismo de deuda fácil, pero muy costoso.
Cuando se llega al punto de usar tarjetas para financiar necesidades básicas, el riesgo es mayor. Cualquier eventualidad puede llevar al punto de la insolvencia: la pérdida de empleo, un accidente o alguna enfermedad. Es una realidad que en nuestro país muchos hogares están atravesando dificultades económicas y necesitan ayuda.
El manejo de las finanzas es un tema complejo y determinante para la estabilidad del hogar y lamentablemente no recibimos instrucción formal para enfrentar estos desafíos. Necesitamos aprender el significado de conceptos básicos como los bienes, cómo generar riqueza y cuál es el rol del dinero en esta dinámica. Hemos de tener clara la diferencia entre las necesidades, los gustos y los caprichos.
Es muy importante conocer el funcionamiento del sistema financiero y de los distintos instrumentos de crédito, sus costos y riesgos. Muchos hogares están endeudados por el uso de tarjetas de crédito, lo cual los ha llevado a la quiebra y ruptura. Es un impacto social muy fuerte que debemos contener.
Es muy importante conocer el funcionamiento del sistema financiero y de los distintos instrumentos de crédito, sus costos y riesgos.
¿Qué puedes hacer si estás a punto de no poder cubrir tus gastos y pagar tus deudas? Busca ayuda, edúcate e inicia un plan de acción. Haz un listado de gastos y clasifícalos en tres categorías: gastos necesarios (alimentación, vivienda y salud), gastos sustituibles (transporte, vestuario) y finalmente los innecesarios (diversión, hobbies).
El siguiente paso es hacer un listado de tus deudas. En este punto se necesita evaluar el nivel de endeudamiento y las alternativas que tienes para renegociar con tus acreedores. Para ello es necesario que conozcas tu historia de crédito. El sistema financiero opera sobre la base del riesgo y se protege mediante sistemas de monitoreo como las centrales de riesgo o burós de crédito, actividad que se realiza basada en principios sobre el tratamiento de datos personales, y uno de ellos es el derecho de acceder y tener copia de tu historial crediticio. Otro principio fundamental es que ninguna entidad puede recopilar, almacenar, compartir y comercializar tus datos sin tu consentimiento expreso.
Se tiene la idea de que estar reportado en las centrales de riesgo es algo negativo o que implica la muerte crediticia por alguna mora incurrida en el pasado, pero no es así. Aun cuando hayas incurrido en alguna mora, este no debe ser motivo para que no puedas sanar tus finanzas o limitarte el acceso al crédito. La ley te protege frente a los abusos en el uso de tu información personal y te otorga derechos que puedes ejercer, de manera que hay alternativas para corregir datos erróneos, desactualizados o inexactos en tu historial.
Gary Becker dijo: “El 80% de la riqueza de una nación está constituida por su capital humano, el cual se forma principalmente en la familia”. Busca la tranquilidad de tu familia teniendo finanzas saludables. ¡No esperes estar en un punto de insolvencia para actuar!